En el municipio no ha aumentado el uso ni la comercialización de bolsas de polietileno, contrario a lo que sucede en otros estados, donde su consumo se ha incrementado por la presente contingencia, debido a que la gente opta por utilizarlas y tirarlas.
La mayoría de las amas de casa que acuden a ejercer sus compras diarias prefieren el uso de las bolsas reutilizables que lavan y sanitizan, tal como comentaron Rosa Martínez Kú y Claudia Esperanza Martínez Kú, que señalaron la importancia de la higiene y continuar el cumplimiento de las medidas preventivas, aunque no descartaron que también utilizan las bolsas de polietileno, pero sólo si se las dan, como sucede en algunos supermercados.
Las bolsas negras también se utilizan comúnmente para colocar la basura del hogar, esperando que pase por ellas el servicio de recolección municipal. Por su parte, Gaspar Mena Aguayo indicó que su uso no ha aumentado, sino que es el que se acostumbra dar a las bolsas negras.
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Gente proveniente de las comisarías como Abelardo Canché Massa, de Chan Cenote, comentó que prefiere más las bolsas desechables que las reutilizables, porque considera que los productos que obtiene en las tiendas y pasea por las calles están contaminados y, por tanto, es mejor deshacerse de ellas cuando terminan de servir, pero señaló que su utilización es la misma por costumbre, ya que la mayoría de las tiendas no da bolsas para entregarles los productos que se compran en ellas.
Muchos coinciden en que, en el municipio, la gente no teme reutilizar las bolsas por miedo a que se hayan contaminado, por lo contrario, se les hace más fácil cargar con ellas a sabiendas de que les hará falta dónde colocar sus productos para transportarlos a sus hogares.
Bolsas de polietileno
Ventas de bajas a regulares registran los comercios que ofertan estas bolsas, pues sus proveedores les informaron que se elevaron los costos del plástico, debido a que no cuentan con materia prima y, por ende, las alzas repercuten en las compras que hace la gente minimizándolas.
María José Cemé Cen y Jessica Can Chan, encargadas de “Politab”, compartieron que el costo del kilogramo de bolsa natural era de 50 pesos y subió a 61 pesos, mientras que el kilo de bolsas negras de 30 pesos ascendió a 34 pesos el kilogramo, además de los elevados precios expusieron que las ventas no se han incrementado por motivo de la pandemia, ya que mayormente las demandan para uso en festejos, para colocar alimentos, para salsas de taqueros para chicharroneros, saborineros, incluso para pescadores, pero señalaron que ahí se refleja que también no tienen buena comercialización de sus productos, ya que no están comprando las bolsas de polietileno.
Lorena Kuyoc, encargada del “Tianguis de Desechables”, dijo que no se ha reactivado la economía total del municipio y se resiente en la crisis económica reflejada en las escasas ventas de esas bolsas, porque mayormente las personas las demandaban para sus eventos sociales o para la comercialización de sus productos.
Sector Salud
En el Centro de Salud solamente se utiliza al día una bolsa de polietileno roja en la unidad monitora de infecciones respiratorias (área COVID, donde se realiza la toma de muestras), en ella se colocan los uniformes y todo material desechable hospitalario que utiliza el personal, porque están contaminados.
Tres veces al día se cambia la bolsa de desechos en el área de curación, ahí se depositan los materiales utilizados. En ambas áreas las bolsas son manejadas con estricto apego a los protocolos sanitarios.
Según informa la directora del Centro de Salud, Alicia Rubio Velázquez, no se ha incrementado el uso de bolsas de polietileno, porque no hay un aumento exponencial de residuos que deriven de sus servicios.
Recicladoras y pepenadores
Debido a las circunstancias que se viven por la pandemia, las recicladoras de la localidad están siendo afectadas, debido a la baja adquisición en la compra y venta de materiales y de chatarras, entre esos el PET.
Propietarios de algunas recicladoras de la ciudad señalaron que, por la contingencia, muchas personas se quedaron sin empleo, buscando la manera de cómo salir adelante, una de ellas es trabajar como pepenadores, sin embargo, no están teniendo buenos resultados porque hay poca demanda en la recoleta y, además, han aumentado los ciudadanos que se dedican a esta actividad.
Emilia Estrada, propietaria de conocida recicladora en la calle 51 por 72 y 74, mencionó que en lo que va de pandemia se ha reducido la compra y venta de envases pet, debido a que ya no hay clases presenciales, en las que muchas veces los alumnos eran los que compraban sus refrescos o agua, cuyos envases depositaban en los contenedores públicos y que estos eran recolectados por los pepenadores y, de esta manera, eran trasladados a las recicladoras.
Hasta el momento, hay poca demanda en la compra de envases pet, para lograr recaudar grandes toneladas se tiene que acudir a otras comunidades de la ciudad para adquirir estos recipientes, que son enviados a las recicladoras de Mérida para que ahí sean reutilizados; además, ahora se están fabricando caretas con el pet.
Explicó que los precios en la compra pueden variar, porque no se le puede pagar lo mismo a un mayorista que vende de 100 a 200 kilos que a un minorista que recoge en las calles, tienditas y acude con dos o tres kilos, además de que tienen mucho que ver las condiciones en la que se encuentra el recipiente, si está limpio o sucio, comenta que esto es complicado, porque se le tiene que pagar a una persona para que las seleccione, separe y limpie.
Jorge Robles Campos, propietario de la recicladora de la colonia Comichén, por su parte, dijo que las circunstancias que se viven por la pandemia son parejas, pues a todos les afecta, porque ahora ha bajado un poco la compra-venta de envases pet, por ciertos motivos, entre ellos, que se suspendieron diversos eventos sociales y las clases presenciales.
En cuestión de los precios, informó que han variado y los que tienen un mejor costo son los de las recicladoras que tienen empacadoras, pues esto asciende más y se paga mejor, expuso que está comprando el kilo de envases pet entre 3.50 y 4 pesos.
Agregó que es importante que las personas que acuden a vender sus recipientes deben ser conscientes y separar sus envases: el transparente, otro el “hdp”, además de que deben estar sin líquido y que sean limpios.
José Manuel Verde, quien se dedica a recolectar envases pet en las calles de la ciudad, dijo que es poco lo que junta para vender, debido a que ahora hay muchas personas dedicadas a lo mismo y son muy pocos los recipientes que se encuentran, “me dedico a la pepena porque ni puedo hacer otro trabajo, porque he recibido operaciones y se me dificulta hacer los trabajos pesados”, puntualizó.
Añadió que al día logra vender entre cinco kilos o menos, cuando antes de la pandemia vendía más de diez; esto es resultado que ahora el pet también escasea en las calles.
SY