Unidos por primera vez con un objetivo en común, 18 albergues y asilos buscan conseguir que la aplicación de las vacunas contra el COVID-19 se realice directamente en sus instituciones, ya que no solamente representa complicaciones llevar a cada uno de los habitantes cuando se les solicite, sino que muchos de ellos padecen problemas de movilidad, por lo cual no es posible trasladarlos con facilidad.
Asimismo, piden que se vacune al personal de los albergues y asilos, pues consideran que incluso ellos son quienes podrían llevar el virus a los hogares de los adultos mayores. Así lo explicó la representante de “Casa Romero”, Georgina Romero Marrufo: “solicitamos que nos orienten sobre cómo se va a llevar a cabo la vacunación para los adultos mayores que tienen un grado de dependencia y no se pueden trasladar a un centro de vacunación, y se encuentran en estancias de cuidado a largo plazo”.
En el listado que realizaron, con las 18 residencias participantes para la solicitud, calculan a 350 adultos mayores; no obstante, también solicitan la vacunación para el personal, que estimaron entre 210 o 215 personas.
Debido a sus limitaciones actuales, no todas las personas de la tercera edad cuentan con la capacidad de decidir si se quieren vacunar o no. Tampoco sobre si se pueden trasladar hacia los centros de vacunación.
“Estamos solicitando que exista el personal adecuado para que puedan ir a nuestros establecimientos a vacunarlos”, comentó.
Detalló que, cuando se les vacuna por influenza, lo cual solicitan cada año cuando se acerca la temporada de frío, el personal de salud acude con la cantidad de vacunas que ellos previamente indicaron que requieren (considerando a los adultos mayores y empleados).
“En este caso, es algo nuevo y creo que hay un total descontrol en cuanto al esquema de vacunación, sobre todo para nuestra población adulta mayor”, manifestó.
La petición es que una persona competente acuda a la aplicación de las vacunas en estas estancias, señalando que, en este caso, sería de Bienestar Social.
Señaló que no solamente se trata de la dificultad de traslado para quienes tienen ciertos problemas de movilidad o incluso problemas cognitivos, sino que también es necesario considerar que no pueden llevar de un lado a otro a todas las personas que atienden.
Compartió que los albergues que han intercambiado opiniones sobre el tema, han coincidido en que la persona que les habla de Bienestar Social, no cuenta con la preparación o conocimiento sobre los padecimientos de los adultos mayores.
“Pareciera que el adulto mayor que habita en México es totalmente independiente y se puede trasladar a un centro de vacunación, pero no están considerando a la otra parte de la población que vive en residencias y tiene un grado de dependencia”, comentó.
SY