Los patios de la escuela primaria "Mártires de Chicago", de Ruinas de Aké son utilizados como corral para carneros y caballos desde que permanece cerrado el plantel escolar por la pandemia.
Vecinas de está comisaría lamentan que la escuela, donde sus hijos asisten a clases, tenga que utilizarse como "potrero" durante el tiempo que no esté funcionando, pues los patios ya están bien sucios con el excremento de los animales y este panorama está a la vista del público.
"Suficiente tenemos con que la zona arqueológica de Aké permanezca cerrada al público y a los visitantes que llegaban con frecuencia y que significaban un ingreso económico para Ruinas de Aké”, dijo Esperanza Durán.
“Ojalá que se abran de nuevo las escuelas y se les rescate del abandono en que quedaron a causa del COVID-19 y que nuestros hijos no se sigan atrasando en su educación. Es lo que más deseamos, que todo vuelva a la normalidad”, añadió.
En Ruinas de Aké muchas mujeres salen a trabajar a la ciudad de Mérida, "entre lugar", haciendo limpieza en las casas, para ayudar a sus maridos con el gasto "ahora que la situación esta más grave", reconocieron.
Indicaron también que a muchas familias del lugar les afectó el cierre de la Capilla del Cristo Negro y de la zona arqueológica, pues hacían sus ventas de comida para los que llegaban a visitarlas y todos obtenían buenos ingresos. “Pero esta vez tampoco se abrieron al público”, dijeron.
También comentaron que Ruinas de Aké cuenta con un nuevo atractivo, que es el cenote ubicado a escasos metros de la plaza principal, donde muchos acuden a refrescarse en sus cristalinas aguas.