Junto con la Ciudad de México, Yucatán es la entidad de la República que tiene más personas con discapacidad que rebasan los 60 años, pues en promedio cinco de cada 10 son adultos mayores.
Los datos más recientes del INEGI, con base en el Censo Nacional de Población y Vivienda, revelan que de las 129 mil 986 personas con discapacidad que viven en Yucatán, 67 mil 663 tienen más de 60 años, es decir, que el 52 por ciento de las personas discapacitadas son adultos mayores.
Ante esta situación, las investigadoras de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Guadalupe Zimbrón Pérez y Ruth Ojeda López, advierten que es necesario mejorar las políticas públicas para reducir la exclusión de ese sector de la población que enfrenta barreras sociales y económicas.
Pero esta inclusión no sólo depende de las instituciones o centros de rehabilitación, sino de empresas y la misma población, pues cuando se establecen acciones muy específicas no siempre resultan efectivas.
“Las instituciones procuran lograr una inserción social y laboral de este sector en Mérida. Sin embargo, la inclusión no es responsabilidad sólo de esta institución, existen avances en el tema, pero aún se quedan cortos, no son suficientes en la ciudad para hablar de una inclusión plena”, alertaron las académicas de la UADY en el documento titulado Exclusión e inclusión de las personas con discapacidad en la Ciudad de Mérida, presentado el año pasado.
Pero la especialista en rehabilitación y gerontología, Juanita Simón, quien es profesora en varias instituciones de educación superior de Mérida, consideró que en los últimos 10 años se ha tenido un avance en la inclusión de personas con discapacidad adultas mayores, pues se han ido modificando los apoyos, así como la infraestructura para que puedan sentir un poco de mayor independencia.
“La perspectiva que tenemos hacia ellos ha ido cambiando, ya no sólo son descuentos, hay más programas y acciones que les han dado la posibilidad de sentirse independientes, como el convenio con tiendas de conveniencia que están contribuyendo para mejorar su calidad de vida”, apuntó.
En entrevista, la gerontóloga Simón dijo que en Mérida hay avances en la construcción de rampas, adecuación en los baños e instalación cajas para pagar más rápido, por lo que “hay un avance significativo en esta lucha por mejorar la calidad de vida y darle mayor inclusión”.
No obstante, admitió que tiene que haber más apertura por parte de la sociedad para que haya mayor inclusión de este sector, porque “no es un tema de moda, no es un tema que venda, es un tema que a muchos les aburre y se oye feo, pero no es un tema que sea negocio, pero poco a poco hemos ido cambiando”.
Los datos muestran que de los 67 mil 663 discapacitados mayores de 60 años, el grueso se concentra entre las personas de 65 a 74 años, pues suman 24 mil 479, lo que equivale al 36 por ciento de todos los adultos mayores con alguna discapacidad en la entidad.
Las cifras también indican que hay más mujeres de 60 años con discapacidad, pues representan el 55.4 por ciento del total, es decir, 37 mil 535, mientras que los hombres representan el 44.6 por ciento, equivalente a 30 mil 128.
Si bien esta población ya no se encuentra entre el sector económicamente activo, es necesario que tanto en la capital como en el resto de los municipios se realicen obras para facilitar su movilidad, debido a que se carece de espacios para quienes circulan en sillas de ruedas, con bastón o que no oyen, ni hablan.
A pesar de que existen normativas, legislaciones, convenios e instituciones para hacer valer los derechos de las personas con discapacidad, “pareciera que la discapacidad es un tema solo de un reducido colectivo, un tema que únicamente les puede pasar a unos cuantos, cuando la discapacidad es una condición humana que de acuerdo con lo que las estadísticas señalan, en algún momento de la vida, adquiriremos algún tipo de discapacidad”, apunta el documento que elaboraron las dos profesoras de la UADY.
Señalaron además que las instituciones gubernamentales como el Instituto para la Inclusión de Personas con Discapacidad del Estado de Yucatán (Iipedey) cuenta con diferentes acciones con la intención de reparar y prevenir los daños excluyentes, pero esto no resuelve la verdadera exclusión.
Este instituto fue creado en 2018 con el objetivo de generar política pública de discapacidad con cada una de las dependencias de gobierno y con las empresas, cursos de capacitación, difusión, sensibilización en dependencias, universidades, escuelas y todo tipo de grupos o personas que lo requieran, así como ayudar a conseguirles trabajo.
Sin embargo, su labor todavía no logra garantizar los derechos que deben ejercer quienes tienen alguna discapacidad, por lo que es necesario que más sectores de la sociedad yucateca se sumen a promover y diseñar espacios públicos para que estas personas puedan trasladarse con mayor seguridad e independencia.
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GH