En medio de la ola de rebrotes por COVID-19 se llevó a cabo una vaquería en la plaza principal con la presencia de las autoridades civiles y religiosas, más de 100 jaraneros se dieron cita en el preámbulo del inicio de la fiesta patronal de la comunidad en honor a Santa Inés.
Aunque la mayoría porto el cubrebocas, se apreció una aglomeración en el centro de la comunidad. Con la presencia de la imagen original de la santa patrona, que fue trasladada desde la parroquia a este punto, marcó el arranque formal de la noche tradicional.
En punto de las 21:00 horas salió la comitiva de jaraneros acompañada de la angaripola hasta llegar a centro de la comunidad donde se realizó la vaquería en medio de un gran número de participantes y mestizas que llegaron para la ocasión. Asistieron también para bailar la vaquería varios jaraneros de otras poblaciones, cercanas y aún distantes. La orquesta que amenizó el acto fue la de Arturo González Castillo de la ciudad de Ticul.
La noche regional se vio engalana por la presencia de la imagen de Santa Inés patrona del pueblo, que salió en procesión desde su templo principal cargada en su baldaquín por sus custodios, al llegar a la plaza principal entró al recinto de la vaquería en medio de la alegría de los asistentes y recibida con dianas, por lo tanto se le colocó en un altar preparado para su estancia. Al llegar fue coronada como Reina de la feria.
El concurso de jaraneros que se dieron cita, así como un alto número de vecinos que salieron a presenciar la rumbosa vaquería portaban el cubrebocas, pero en el momento de la vaquería se perdió un tanto la sana distancia, aunque no se dejaba de señalar por parte del maestro de ceremonias el uso de este medio de precaución.
Por su parte el joven Marcelino Cimé, que bajó de una comisaría de Tizimín a bailar la vaquería, comentó: “Estamos contentos que se pueda hacer la vaquería, aunque sabemos que estamos en un momento de pandemia, la gente ya necesita salir de sus casas a expresarse, a disfrutar, a distraerse y cuanto más con la vaquería que es una tradición del pueblo, ojalá que pronto ya en todos lados se puedan hacer las ferias debidamente”.
En tanto que la autoridad municipal exhortó la semana pasada a través de un informativo, dado a conocer en las páginas oficiales del Ayuntamiento, la suspensión de eventos que aglutinen personas, así como bailes y festejos populares de concurrida participación de los vecinos, sin embargo, en la vaquería realizada la señalada exhortación no fue cumplida.
En las redes sociales el Ayuntamiento compartió un video donde se aprecia la celebración de la vaquería con notable asistencia de un amplio público, tanto expectantes como bailadores, así como la presencia de la imagen de la patrona en medio de toda la actividad. Los comentarios vertidos casi en su totalidad aprueban la realización de esta vaquería, escasamente se pueden encontrar algunas opiniones que señalan la relevancia que esto conlleva.
María Jiménez Mukul comentó: “Sabiendo que hay muchos contagios todo bailan felices, pero esto debe traer consecuencias fatales. Ojalá de verdad tomemos conciencia de la gravedad de todo esto, actuemos como personas preocupadas por conservar la salud propia y de nuestra querida comunidad.”
En cuanto a los festejos religiosos se están realizando los gremios y las entradas de los mismos en el templo parroquial y hasta el mismo señor cura párroco ha dado la autorización en acceder en los traslados de la imagen de la santa en las diferentes actividades ya programadas.
Se ha programado que el baile tradicional de Kotz kal tzo, que es el único pueblo de Yucatán que lo ejecuta, se baile en la madrugada del 21 de enero en las primeras horas del día grande de la fiesta de Santa Inés la patrona titular del pueblo de Dzitás, que es un baile del sacrificio de los pavos.
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CC