Habitantes de este puerto que viven cerca de las ciénegas, comentaron estar acostumbrados a ver la presencia de cocodrilos en los patios de sus domicilios, debido que cuando incrementa el nivel del agua de las rías para la temporada de lluvias, estos animales normalmente suelen acercarse debido a los escases de su comida que se origina.
Henry Kantún comentó que los reptiles no llegan a donde están los humanos, únicamente se la pasan reposando en el final de los patios en donde no hay abundante agua mientras buscan atrapar algunas aves que suelen anidar en esas partes. Desde que los canales que desembocan del cenote a las charcas salineras elevaron su nivel después de las fuertes lluvias que se generaron durante el 2020, varios de los lagartos se salieron de su área natural y comenzaron a verse seguidamente en los predios. El entrevistado asegura que mientras no se le agreda al animal, ellos no suelen acercarse a donde están los humanos por el movimiento de las actividades diarias y ruido que se genera todos los días, “Al principio si daba un poco de miedo, pero ya al pasar del tiempo te acostumbras a verlos en los patios de las casas, es normal que aparezcan porque estamos en un puerto y vivimos cerca de su hábitat, lo importante es no acercarse por donde normalmente suelen estar para que no ataquen a uno”, dijo.
Kantún, sostuvo que cuando se registran lluvias seguidamente, hasta 10 ejemplares suelen arribar cerca de las casas en búsqueda de tierra mientras el nivel del agua de los manglares baja en unos cuantos días. Según el entrevistado, no han dado reporte a las autoridades para que puedan capturarlos y sean devueltos en las profundidades de las ciénegas, puesto que, solo unas cuantas horas permanecen dentro del puerto y se desaparecen de nueva cuenta. “De todos los tamaños se asoman los lagartos, hay chicos y hasta casi de dos metros y medio. Mientras uno no vaya a donde ellos están, no hay problema alguno”, aseguró.
Otra de las vecinas como, Corazón Cárdenas, quien hace unos meses que comenzó a habitar cerca del lugar, aseguró que ha visto constantemente a un saurio cerca de las salineras que están enfrente a su domicilio y normalmente suele rondar en diferentes partes de la zona de donde se encuentran viviendo, asegurando que el temor que tiene es que sus pequeños estén jugando en la calle o en el patio y de forma repentina se pueda aparecer algunos de estos reptiles y pueda llegar a generar algún agresión con los menores, “Muchas veces nosotros somos los causantes que esos animales se acerquen más de lo normal, arrojamos restos de comida en el fondo de los patios para que coman las aves que llegan, los cocodrilos sienten el olor de la comida y por eso llegan constantemente”, dijo. La ciudadana aseguró que en una ocasión hubo una familia en el puerto que se dedicaba a darle de comer a uno de los cocodrilos que llegaba y se acostumbró a la presencia de humanos y nunca generó ataques en contra de quienes lo solían alimentar con los restos de los pescados. Así mismo, mencionó que no dejan a sus mascotas amarradas en los patios porque podrían ser carnada de los lagartos cuando no encuentran su alimentación en el manglar, “Una vez vi que una señora de aquí del puerto subió en Facebook que un cocodrilo se había comido a un perro, por eso la misma gente no amarra a sus animales en los patios porque se los pueden devorar, todos los perros se encuentran sueltos”, comentó.
Corazón comentó que había un grupo de jóvenes imprudentes que ponían carnada en los árboles como juego para alimentar a los saurios, lo que ocasionó que muchos de los cocodrilos comenzarán a llegar de manera seguida todos los días al saber que tenían comida a cierta hora del día.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC