El primer naufragio en altamar se registró tras la desaparición del buque de menor navegación “Aarón”, el cual tiene su base en la costa de Chicxulub y que desde que salió con una tripulación de dos personas el pasado 13 de abril, no ha retornado a tierra.
La Capitanía de Puertos regional emitió boletines y llamados de emergencia a otras sedes aledañas al puerto, así como también a otros navíos de todo tipo que se encuentren navegando cerca del puerto para que avisen cualquier avistamiento de la embarcación.
Las especificaciones de la lancha “Aarón”, mencionan que está hecha de fibra de vidrio, presenta color blanco tanto en su interior como en su exterior, aparte tiene un motor marino fuera de borda Yamaha de 75 caballos de fuerza, valuado en un precio mayor a los 50 mil pesos.
Partió por escama
Las investigaciones apuntan que la lancha partió desde la playa de Chicxulub a las 5:00 horas con dirección a “Isla Pérez” en busca de mero y especies de escama. El mando del navío y propiedad es del experimentado pescador Demetrio Javier Herrera Enríquez, cuya familia habría emprendido las primeras acciones para dar con el paradero del hombre.
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En el aviso de alerta se señaló que fue expedido por parte del capitán de altura, Miguel Ángel Martínez Hernández, a fin de encontrar con vida a los dos hombres de mar, de quienes se relata que en ningún momento se comunicaron por vía celular o sistema radial en los instantes previos a su retorno programado.
Mientras tanto, se emprendieron búsquedas continuas tanto por vía marítima como por la alternativa aérea, aunque sin ningún resultado que origine por lo menos algunas pistas sobre la ubicación exacta de los extraviados.
Mismas acciones han emprendido desde sus posibilidades los pescadores de la comisaría mencionada, esto con viajes en altamar en la ruta que habrían tomado los pescadores perdidos y comunicándose con otros barcos que se encuentran en actividad de captura de especies marinas.
La última vez que se prendieron iniciativas de búsqueda a causa del extravío de una lancha ribereña, ocurrió apenas hace un par de semanas cuando se retrasó por veinticuatro horas el atraque la lancha “Angelita III” del hombre de mar, José Gabriel Peraza Osorno, sin embargo, el patrón junto con sus tres trabajadores llegó sin ninguna afectación horas después de que se emitiera la respectiva alerta.
A diferencia del año pasado, para estas fechas el puerto ya contaba con tres muertes en altamar, así como también un rescate tras un naufragio que duró tres días con el buque “Rey Marino”. Diferente suerte corrió la barca “Óscar Daniel” con tres pescadores a bordo, pues hasta el día de hoy continúa perdida en el mar.
Cabe mencionar que la pesca en menores embarcaciones no debe exceder más de una semana en altamar, esto según los propios pescadores del municipio.
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CC