Según el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Sustancias Psicoactivas, los trastornos mentales y de la conducta, como esquizofrenia, depresión, bipolaridad y ansiedad, han reducido en la Península cuatro mil 484 años de vida saludable por cada cien mil habitantes. Hasta la semana número 18 del Informe de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, en Yucatán, la depresión -el más frecuente de estos males mentales- aumentó 39.2 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2021.
En Yucatán, la enfermedad predominante es la depresión, ya que quita aproximadamente 642 años de vida saludable por cada cien mil habitantes. Ataca principalmente a las mujeres, ya que en la última actualización, de los 744 casos que se registraron en el 2022, 187 fueron varones y 557 personas del sexo femenino, que comparados con los 452 casos acumulados del mismo periodo del año pasado demuestra una creciente del 39.2 por ciento.
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Asimismo, otra de las enfermedades más presentes en los yucatecos es la ansiedad, que ha robado 350 años de vida saludable. Este padecimiento se ha hecho más notorio desde la llegada de la pandemia, principalmente en niños y adolescentes, esto cotejado con el Centro Integral de Salud Mental (CISAME) de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), pues se encontró que el número de personas con ansiedad aumentó del 13 por ciento al 24 en los jóvenes de entre 27 y 29 años, incluso cuando las restricciones comenzaron a disminuir, en junio, los niveles de ansiedad se mantuvieron altos.
La Entidad ocupa el primer lugar a nivel nacional en Años de Vida Perdidos (AVISA), seguido de Quintana Roo, con 445.3 años; en tercera posición se encuentra Campeche, con 492 años perdidos; Tabasco ocupa el cuarto lugar, con 431.8 años, y Baja California Sur el quinto, con 410.7 años.
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La psicóloga Adriana Bacab comentó que estas enfermedades deben ser tratadas con terapia en casos leves o con fármacos en casos graves; asimismo, especificó que cada vez son más los menores que tienen depresión y ansiedad.
“De cada 10 pacientes que entran a mi consultorio por depresión y ansiedad, el 30 por ciento son menores entre 12 y 17 años, y se ha hecho más notorio después de la pandemia, aunque en algunas ocasiones las terapias solas ayudan, en muchas ocasiones son canalizados a un psiquiatra para que se les dé medicamento, pues suelen padecer de insomnio, estrés y nerviosismo”, concluyó.
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CC