Tras un año de la muerte de Teresa Aurora Vega Cuéllar, su madre Maritza Cuéllar afirmó que vive con miedo, ya que el autor intelectual del asesinato de su hija el 23 de julio del año pasado, a pesar de que tiene una orden de aprehensión en su contra, todavía sigue libre y por eso teme que le pueda suceder algo a ella o a su familia.
La mujer dijo que luego de un año no se ha dado lo más importante que es la aprehensión del autor intelectual del feminicidio de su hija. Recuerda que los hechos ocurrieron el día que ella cumplía años y ayer domingo fue la graduación de la pequeña hija de Teresa.
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Los hechos
La tarde del 23 de julio del 2021 ocurrió el doble asesinato de Teresa Aurora, de 40 años de edad y el policía Raúl Adrián Couoh Aké, cuando este detuvo un vehículo que le pareció sospechoso y en el que viajaban los autores del crimen en la casa de la víctima, en el fraccionamiento Gran San Pedro Cholul.
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De acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), los agresores privaron de la vida a la mujer, a quien sorprendieron cuando salía de su domicilio para abordar su vehículo, pero fue sometida y llevada al interior del predio, donde la atacaron con un arma blanca.
Al ver lo ocurrido, dejaron el cuerpo a un lado de la cuna de su pequeña hija. Los involucrados, entre ellos una mujer, los involucrados abordaron el vehículo de la víctima y se dieron a la fuga. Sin embargo, fueron interceptados momentos después por el oficial motorizado a la salida del fraccionamiento, porque lo pasaron a atropellar cuando se incorporaban a la carretera Mérida-Motul.
El agente les solicitó que se detuvieran para hacerles una revisión, pero los dos hombres lo sometieron y le dispararon en el costado que no cubría el chaleco antibalas que traía, lo que le causó la muerte. En su huida, los involucrados dejaron abandonado el vehículo en el kilómetro 5 de la carretera, ahí lo encontraron los elementos de la Policía Estatal Investigadora (PEI), quienes al verificar los datos en la Plataforma México dieron con la dirección de Teresa, ya que el vehículo estaba registrado a su nombre.
Cuando los elementos policiacos acudieron a verificar la dirección de la vivienda para saber si la propietaria estaba involucrada en la muerte del policía escucharon el llanto de la hija de Teresa Aurora. Ingresaron por la menor y se percataron del feminicidio que se había cometido.
La detención
Se puso en marcha un operativo policiaco que permitió la detención de los involucrados cuando intentaban abordar un autobús en la terminal de la calle 65 entre 68 y 70 del Centro.
El pasado 30 de marzo, un juez sentenció a 88 años y nueve meses de prisión a las tres personas involucradas en el feminicidio y homicidio calificado contra servidor público cometidos en pandilla. Sin embargo, hasta ahora todavía no se tienen indicios del autor intelectual de torturar y matar a Teresa Aurora.
Teresa Aurora era licenciada en Diseño Gráfico y Publicitario; llegó a estar entre las 100 mejores ejecutivas bancarias de América Latina. A pesar de las adversidades por las que pasó con sus anteriores parejas, su vida se proyectaba feliz al lado de sus dos hijas, pero eso se truncó cuando tres personas irrumpieron en su vivienda y la asesinaron.
Su madre Maritza Cuéllar Suárez y Aarón Hernández Urbina, su padre adoptivo, relataron que Teresa era una buena madre, responsable y trabajadora, que destacó en lo profesional.
Añadieron que su hija era alegre, sencilla y con un gran don de gentes, ya que siempre estaba atenta y pendiente de los demás, no era raro que les invitara refrescos a las personas que limpiaban la calle o al mismo policía que perdió la vida después que ella.
“Ella vivía sola con sus dos hijas. Desde 1985 siempre residió en Mérida, pero no de forma continua. Hizo la preparatoria en Cuernavaca y la universidad en Yucatán. Se casó y la última parte del embarazo del niño, por orientación médica, se fue a vivir con nosotros a Morelos, donde se quedó por cinco años. De regreso a Yucatán, compró su casa aquí en Gran San Pedro Cholul”, expresó la madre de Teresa.
Rara y triste
La sentencia dictada contra los asesinos materiales de Teresa y del agente Raúl Adrián fueron, 88 años nueve meses de cárcel, es la segunda más larga de la que se tiene registro por los delitos de feminicidio y homicidio calificado contra servidor público, cometidos en pandilla.
Durante la audiencia, que se llevó al cabo en la sala 4 del Centro de Justicia Oral de Mérida, la Juez que llevó la causa penal con número 193/2001 dictó la pena para cada uno de los tres acusados del doble crimen y fueron identificados como Moisés Alfredo López Jiménez, Alejandro Álvarez Sánchez y María de Jesús Reséndiz García, oriundos del Estado de México.
En charla con este rotativo, el día de la sentencia a los autores materiales del feminicidio, la madre de Teresa expresó que su primera reacción tras conocer la decisión de la Juez fue “correr al panteón” donde está enterrada su hija, pero permanecía cerrado. Con sentimientos encontrados se dijo satisfecha por la decisión de la autoridad judicial, pero a la vez triste porque nada le devolverá a su ser querido.
La madre de la víctima aseguró que las autoridades le dan buen trato y mantiene comunicación con ellas, pero que aún no le cumplen con la aprehensión del autor intelectual del asesinato de su hija.
El proceso legal es sólo una parte de la trágica historia de Tere, como cariñosamente era conocida la víctima, pues aún está pendiente el proceso penal contra el presunto autor intelectual del asesinato. Según el abogado que representa a la familia, los indicios apuntan a que se trata de la expareja de Teresa, papá de la hija menor de la mujer, quien está en calidad de prófugo, aunque hay una orden de aprehensión y la niña permanece en custodia de su abuela Maritza Cuéllar, mamá de la ahora fallecida.
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JG
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