La presencia de la “Marea Roja” en las costas yucatecas genera situaciones contrastantes entre los pescadores, ya que mientras en Chabihau su presencia está alejando a la langosta y los peces al grado de que los hombres de mar prefieren no salir a pescar, en el Litoral Oriente reportan mejora en la captura de mero una vez que la mancha se ha retirado, siguiendo su peregrinar marcado por la corriente, hacia el Poniente.
En Chabihau, los pescadores enfrentan serios problemas ya ante su presencia las langostas y los peces de escama se están alejando, por lo que los pescadores prefieren no salir a pescar de manera continua y dedicarse preparar sus navíos para la captura de pulpo que inicia el mes entrante.
Pescadores de este puerto señalan que a pesar de lo que se ha dicho, no se trata de “Marea Roja”, ya que no se registra presencia de peces muertos, más bien es una mancha de color café oscura, como chocolatada, producto de la acumulación de algas y el sargazo. Sin embargo, si les está afectando, ya que las especies están cambiando de ruta.
Felipe Pech Sunza, pescador, dijo que varios de sus conocidos que han salido en búsqueda de la langosta le han afirmado que el agua ha estado movida en el fondo y es imposible ver a los ejemplares debido al sargazo que se ha presentado a raíz de la temporada y del cambio de temperatura.
A su vez Gedeón Tamayo, otro pescador, puntualizó que los que pescan a distancias alejadas también enfrentan problemas, “dicen que hay sargazo y esta turbia el agua, no roja”, dijo.
“La gente no está saliendo a pescar como antes, realmente no están llegando con producto porque el fondo está movido, y ahora con esto que está ocurriendo que es supuestamente la marea roja, los desanima más”, señaló
Pech Sunza dijo que la última vez que se hizo presente la Marea Roja con mortandad de peces y que afectó directamente el sector pesquero fue en el 2012, cuando durante cerca de cuatro meses no salieron en altamar en búsqueda de escama y molusco, dejándolos paralizados y obligándolos a buscar otras alternativas como fuentes de empleos.
A su vez, Gedeón Tamayo precisó que ante la falta de pesca, sus colegas están finalizando los últimos detalles a los navíos para salir en búsqueda del pulpo a partir del 1 de agosto, lo que podría ayudarlos a recuperarse económicamente luego de la baja que han presentado.
Hasta ahora, los entrevistados dijeron que la única información que han tenido es que esta supuesta “agua mala” se ha presentado por manchones en diversas partes del oriente, por lo que tienen expectativas de que en esta parte de la costa sea leve el problema y con buenas expectativas para arrancar la captura de pulpo el primero de agosto.
Precisaron que a pesar de tener los ánimos bajos, no se han detenido en el arreglo de las embarcaciones para salir y probar su suerte, ya que es una pesca que suele dejar grandes ganancias a los marineros.
No obstante, indicaron que hasta el momento desconocen como estará iniciando el precio del molusco y de la carnada, ya que en diciembre cerraron en los 140 pesos el kilo de pulpo y la carnada en los 180.
Mientras que en el Litoral Oriente, los pescadores reportan mejora en la captura del mero, después de la presencia de la supuesta marea roja, e informaron que han obtenido pesca de 60, 80 y hasta 100 kilogramos de producto, cuyo precio se les paga en 220 pesos.
Después de que los primeros meses de que la captura del mero se mantuvo muy baja, las esperanzas de los hombres de mar revivieron después del paso del agua mala, como le llaman a esta Marea Roja, ya que las especies de escama recalaran a pocas brazas de la costa, dio a conocer el pescador Henry Omar Díaz.
Comentó que la cantidad de captura diaria, permite a los pescadores salir con los gastos de la embarcación y el combustible dejando importantes dividendos.
Esto sucedió después de que el manchón de algas atravesó el Litoral Oriente, lo que permitió en los primeros días del buceo de langosta que los hombres dedicados a esta actividad obtuvieran buenas ganancias y posteriormente al escasear el crustáceo cerca de la costa y ante el riesgo que representa alejarse a más profundidad, además de que el agua estaba turbia y muy fría, se vieron en la necesidad de bajar sus compresoras y subir sus palangres para dedicarse nuevamente a la pesca del mero, que les está dejando también buena derrama económica.
Respecto a la marea roja, los pescadores de esta zona aseguran que no afectó la pesca, pues el manchón de algas pasó en mar abierto, lo cual actualmente está afectando la zona de Dzilam de Bravo; sin embargo, en las costas de los puertos San Felipe, Río Lagartos y El Cuyo, la actividad ha mejorado en gran manera después del fenómeno.
Ellos aseguran que no se trata de marea roja, porque en el año 2012 se registró y hubo una enorme mortalidad de peces, incluso, las especies recalaron hasta la orilla de la playa y mucha gente pudo atrapar el pulpo con la mano, otros tendían sus redes para atrapar los peces que huían del fenómeno.
Mientras tanto, todos esperan los resultados de los biólogos que tomaron muestras de las aguas chocolatosas en esta parte del Estado, para descartar si se trata de una marea roja o de simples algas en descomposición.
Hasta el momento, los pescadores están optimistas, ya que a tan pocos días del inicio de la temporada del pulpo están preparando sus equipos para iniciar con la pesca artesanal del molusco, que piensa adquirirse a 160 pesos el kilo.
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CC