Más de 3 mil embarcaciones están listas para zarpar este lunes en la captura del pulpo, en los puertos El Cuyo, San Felipe, Las Coloradas y Río Lagartos, donde reina optimismo para que arranque la esperada jornada.
Este primero de agosto inició oficialmente la temporada de captura de pulpo y el panorama se muestra alentador, pues más de 3 mil pescadores de los puertos dedicados a esta actividad con sus equipos listos se echarán al mar para la captura del molusco, están invirtiendo alrededor de 10 mil pesos en la compra de hilo pulpero, plomos, jimbas, aunque todavía no se da conocer el precio de apertura de este octópodo, reveló la comisaria municipal de El Cuyo, Neydy Yolanda Puc Gil.
Por su parte, el presidente del Frente Unido de Sociedades Pesqueras y Permisionarios del Oriente del Estado de Yucatán, Felipe Antonio Marrufo López, informó que existe optimismo, después de que en el año 2019 los precios estuvieron muy bajos, en el 2020 la pandemia paralizó la actividad y en el 2021 al igual el precio estuvo bajo, sin embargo, en este año, de acuerdo a varios buzos que han estado extrayendo langosta, se ha visto una importante biomasa que augura una buena temporada; asimismo, recordó que el año pasado dejó un remanente de poco más de un millón de pesos con los que se ha hecho varias mejoras en el puerto.
Este primero de agosto inició oficialmente la captura de pulpo en el Litoral Oriente y la gente espera que mejore el precio, en años anteriores se cotizó hasta en menos de 30 pesos y el año pasado en 160 pesos por kilogramo.
No pierden las esperanzas
Los pescadores se encuentran optimistas, pues a pesar de que el equipo para iniciar también aumentó de precio, esta temporada puede recuperarse si se obtiene una buena captura del octópodo, por lo que han empezado a adquirir, jimbas, el plomo, los hilos, así como la carnada y el combustible que aumentaron considerablemente sus costos comparados con el año anterior.
También, la captura de pulpo de manera artesanal es una esperanza para los hombres de mar este año, pues el 2019 y luego el impacto de la emergencia sanitaria, desgastaron la economía de las familias de los puertos, aunque la buena captura de la langosta ha permitido un respiro y si la temporada del pulpo es buena permitirá aún más reactivar la economía.
Varios pescadores revelaron que las expectativas de una buena captura son altas, pues ahora la temporada de langosta ha estado en un buen rango de captura, mientras que la del mero mejoró en estas últimas dos semanas después del paso del agua mala.
Fuerte inversión
Los pescadores explicaron que para iniciar tienen que endeudarse con la compra del equipo para la pesca, que va desde los 7 mil hasta los 10 mil pesos para equipar la lancha y los alijos (embarcación pequeña) de jimbas, de hilos pulperos, plomos, carnada, sin considerar el combustible, que fluctúa en esta parte del estado hasta en 23 pesos el litro.
La expectativas son alentadores, pues varios buzos aseguran que en el lecho marino hay abundante octópodo que permitirá obtener lo necesario para el sustento familiar.
Arte de pesca prohibida
Mientras los pescadores de manera tradicional hacen la captura de pulpo con jimbas, hilos pulperos y carnada muchas de las personas que se dedican a depredar las especies utilizan artículos prohibidos en la pesca, como lo son: bicheros, ganchos y arpones; de la misma manera el Litoral Oriente es la mina de oro para los pescadores furtivos que vienen de otras partes de Yucatán, de Campeche, y Tabasco, quienes extraen las hembras rompiendo el ciclo de reproducción de los pulpos, ya que mediante la pesca artesanal generalmente la hembras que cuidan los huevos no abrazan la carnada, sino que permanecen vigilantes hasta que nacen las crías.
Las tallas mínimas para la extracción del molusco deberían ser de 110 milímetros de longitud del manto (cabeza), según detallaron los pescadores, los que no cumplen con esta talla deberán ser devueltos a la mar.
Las especies que se producen en la zona desde Campeche hasta Yucatán son: el pulpo rojo (octopus) maya y el patón (octopus búlgaras), que tienen una demanda tanto en el mercado nacional como en el extranjero, donde los principales consumidores son España, Italia, Corea, Japón y otras naciones.
La mayoría de las embarcaciones destinadas a la pesca ribereña están equipadas con motores fuera de borda con una potencia nominal máxima de hasta 85.76 kilovatios, equivalente a 115 caballos de fuerza, con un máximo de dos alijos y cuatro pescadores que se dedican a la captura al “gareteo” con dos varas de jimbas equipadas con siete líneas cada una y hasta cinco líneas más en el borde de la embarcación.
Cada alijo está equipado por un par de varas y cinco líneas pulperas, en la punta está sujeta la carnada principalmente de jaiba o cabezas de langosta, ya que la cacerolita de mar está prohibida usarla como carnada.
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JG