La jornada de crucero de ayer fue catalogada por varios trabajadores y prestadores de servicio del malecón como la peor en lo que va del año, comparable con la desilusión que se llevó este gremio con la llegada del crucero Disney Magic el último día del año pasado, cuando descendieron del buque.
En esta ocasión, la marea roja que despedía olores pestilentes por el recale de varias especies marinas a la orilla de la playa y una lluvia antes del mediodía, ahuyentó a más de dos mil turistas para que el primer cuadro de la ciudad permaneciera vacío en una jornada en la que el comercio local intentó solventar deudas que ha obtenido desde el primer trimestre del año, por ventas irregulares que se han originado con las llegadas de estos navíos.
Fueron apenas alrededor de 300 visitantes internacionales quienes después de las 10:00 horas comenzaron a llenar apenas algunas mesas de la zona de playa, sin embargo, después de sentir la esencia que despedía el mar se levantaban y pedían el regreso de regreso su dinero.
“El día de hoy fue la catástrofe para varios de nosotros, esperábamos ver un panorama donde obviamente el turista no iba a quedarse como en semanas pasadas, pero no imaginamos que terminaríamos abandonados como si se tratara de un día ajeno a la temporada vacacional de verano”, explicó Juan Sena Martín, colaborador en el área de palapas.
Otra situación que se especificó es que los despidos que se temían por parte de los puestos temporales ya comenzaron a liquidarse, esto ante la baja asistencia desde que el pasado lunes ocho de agosto, comenzaron los desalojos por seis heridos que ameritaron asistencia de socorristas por picaduras de ejemplares de “raya” que se mantenían a pocos metros de la orilla del mar, adjunto al malecón, para escapar del manchón de agua mala de más de cincuenta kilómetros de longitud que viene desde el litoral Oriente.
“Esperemos que los despedidos no seamos los de base ahora, es imposible mantener plantillas de hasta cincuenta trabajadores que laboran para atender en un día, como hoy, a menos de diez mesas, solo las franquicias se han mantenido y con mucho trabajo, pues la gente de mayor nivel económico es muy selectiva y no les gusta percibir olores como los que despide el mar ahora”, manifestó Arturo Tallé.
Para agravar aún más la baja asistencia, antes del mediodía un aguacero ocasionó que masajistas, “palaperos” y trabajadores de restaurantes y demás prestadores de servicios desarmen instalaciones para retornar a casa, algunos incluso sin un solo dólar de por medio. Después de las 14:00 horas, la prolongación “Romeo Frías Bobadilla” quedó desierta.
En cuanto al turismo nacional, tampoco se vieron más de quinientos vacacionistas, cuando desde el mes de julio se lograban censos que superaban el millar aunque no todos deseosos de dejar derrama económica al puerto, sin embargo, aseguran los entrevistados que llenaban de vida al malecón tradicional.
Uno de los sitios más afectados por el mal tiempo fue el “pasaje del artesano”, ubicado en el local de taxistas de la CTM y donde las instalaciones en estado vulnerable y su domo con varios huecos en su estructura posterior, originaron que los más de cien trabajadores del sitio levantaran de prisa sus productos y terminaran bajo el agua.
Fueron aproximadamente dos horas que permaneció la lluvia torrencial en Progreso, por lo que al término de ésta volvieron a instalarse en el inmueble los artesanos, pero los turistas optaron por retornar a su crucero por medio de camiones de la línea “Autoprogreso”.
La Administración del Sistema Portuario Integral, con sede en Progreso, especificó que llegaron con el crucero Carnival Ecstacy un total de 2 mil 74 pasajeros y 848 tripulantes, los cuales conformaron una de las tasas más bajas de asistencia luego de que barcos de la misma naviera habían traído al municipio cantidades cercanas a los 3 mil viajeros.