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Marea roja se aleja de Progreso, pero también los turistas; las playas lucieron 'desoladas' el fin de semana

Como si fuera un fin de semana normal, así como lució la playa de Progreso durante el último fin de semana del periodo vacacional de Verano
Los visitantes vivieron un paraíso al tener la playa para sí solos en una fatal temporada de vacaciones para los habitantes de los puertos del Estado
Los visitantes vivieron un paraíso al tener la playa para sí solos en una fatal temporada de vacaciones para los habitantes de los puertos del Estado / Por Esto!

Las playas de Progreso por fin estuvieron despejadas del fenómeno de la marea roja, al registrar un color azul más apegado a su normalidad; sin embargo, la afluencia fue regular, “como si se tratara de un fin de semana fuera del Verano”, misma situación que se sintió en el Litoral Oriente, mientras en Sinanché y puertos aledaños la costa permaneció casi vacía.

En Progreso, la lluvia de los últimos días ayudó a que desapareciera el manchón que afectó en las últimas semanas al municipio y lo hizo sucumbir de manera catastrófica en diversos rubros.

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Paseos en lancha, venta de productos fríos y palapas con familias en su mayoría del turismo nacional se avistaron desde primeras horas del día, siendo Chelem y Chuburná los sitios que menos agua revuelta tuvieron y más promedio de turistas que despidieron el verano con su última visita a la costa.

“Mucha gente se espantó y huyó, hubo mucha desinformación en redes sociales, pensaron que todo el mar estaba en pésimas condiciones y que nuestros platillos estaban infectados. Las dos últimas semanas atendía una sola mesa por día, nos fue mal, pero este fin de semana nos permitió trabajar, aunque de manera baja, como si se tratara de un fin de semana fuera del verano, aunque para como están las cosas con la pulpeada y el turismo en Progreso, nos sentimos agradecidos”, indicó Jorge Lira Rodríguez, de 65 años de edad, mejor conocido como “Machete” y actual trabajador en renta de palapas en Chelem.

Apoyado por su hermano Francisco Lira, el entrevistado expresó que la lluvia generó que se erradique gran parte de los desperfectos de la marea roja, disminuyendo de paso el lino de mar que afecta de manera agresiva la aparición del pescado y ejemplares como el pulpo.

En Progreso, específicamente en el área del malecón tradicional, los más de 1,500 trabajadores de toda la prolongación y el primer cuadro que rodea a ese espacio, llegaron con altas expectativas por la jornada dominical, pues notaron que se habían retirado las banderas rojas y que las rondas a cargo de dependencias militares para recoger animales muertos se habían suspendido.

Aunque el agua permaneció con un color que mezclaba el azul con manchones color café, decenas de bañistas acudieron en busca de quitarse el calor de cerca de 38 grados que impactó de manera gradual al transcurrir el día. Para mala suerte de los restaurantes y prestadores de servicios, se promedió por parte de dependencias como la Cruz Roja, un censo de menos de mil personas en el malecón tradicional.

“No era la manera en que queríamos terminar el verano, se esperaba saldar deudas y poder salir adelante rumbo a la parte más baja del año para nosotros. Con la entrada del invierno son realmente muy pocos los asistentes a la playa, si al caso unos mil quinientos y eso habla de ser mucho en esa época”, especificó Martina  Febles, trabajadora del lugar.

Las comparaciones se hicieron presentes pues desde que inició el lapso vacacional se esperaba romper el récord que causó el ciclo de cuaresma cuando en su último fin de semana, según la dirección de turismo y dependencias en materia de seguridad, se promediaron cerca de 100,000 bañistas a lo largo de cuatro días, cuando también se tuvieron atraques de navíos con pasajeros de otras naciones para disparar ventas en sitios de atracción turística como el malecón y puertos aledaños a la cabecera municipal.

Asimismo, entre el sábado y el domingo del periodo de vacaciones anterior se captaron 250 turistas por minuto, número que no se alcanzó ni siquiera en un 50 por ciento tras la entrada de la marea roja el pasado lunes 8 de agosto a las tres de la mañana, comenzando un ciclo de múltiples ataques de ejemplares marinos.

Uno de los sectores que en veinte días también vio números rojos fue el hotelero, donde los establecimientos de las calles 21 y 19, adjuntas al malecón tradicional, tuvieron un descenso en ventas de hasta un 40 por ciento, cuando añoraban que el verano se convirtiera en la cúspide de la economía en materia turística para Progreso y sus puertos aledaños.

Este mismo sector ha sido en los últimos dos años uno de los más castigados por la pandemia que originó cierres de playas, restricciones en capacidad de huéspedes e instalación de filtros de higiene que resultaron obligatorios para los permisionarios del ramo.

En el rubro de seguridad, estas vacaciones de verano solo cobraron dos vidas, se trata de la pequeña de dos años de edad A.C.S., y su abuela Antonia Montejo López, de 38 años de edad, quienes sufrieron el impacto de un automóvil mientras viajaban en la carretera federal rumbo a Flamboyanes, a bordo de un tricitaxi “pirata” junto a dos familiares más y su chofer de apenas de 18 años de edad, todos ellos aún con secuelas y en recuperación delicada.

Por su parte, la Cruz Roja delegación Progreso especificó que, del día 9 de julio al 28 de agosto, se tuvieron 125 atenciones en carpa médica y 85 traslados pre hospitalarios, siendo los golpes de calor la causa número uno al tener en estadística a 36 personas con este mal que requirieron ser atendidas.

La novedad de este lapso de vacaciones se tuvo con la llegada de la marea roja y las picaduras de animales marinos al tener 36 intervenciones dicha organización en conjunto con la policía estatal y municipal. Este número solamente se tuvo entre Progreso y Chuburná, aunque se especula que hubo más casos tomando en cuenta a Chelem y Chicxulub donde acudiendo los heridos por medios propios al nosocomio.

Los casos por posible ahogamiento fue lo que disminuyó de manera drástica en todo el municipio y puertos cercanos, ya que solo se tuvieron rescates para cuatro personas del sexo masculino y una adulta mayor, todos con problemas grave que ameritaron rehabilitación en nosocomio.

Otros males y situaciones que se presentaron en los módulos del “operativo salvavidas” fueron 19 curaciones por lesiones al transitar en la zona de arena, 14 personas hipertensas que requirieron estabilización y cuatro intoxicaciones por alimentos. En cuanto a menores perdidos en el boulevard “Romeo Frías Bobadilla” se tuvieron a diez niños que requirieron acompañamiento de oficiales para llegar con sus tutores.

Litoral Oriente, regular asistencia

Con medidas extremas cerró el periodo vacacional en varios puertos del Litoral Oriente pues las autoridades estuvieron pendientes de los turistas que iban llegando a las playas, pues había rayas o guitarras y peces globo dentro del sargazo que estaba recalando en las orillas de las playas.

Los lugares más afectados fueron El Cuyo y  Cancunito en Las Coloradas, donde las autoridades pidieron a los turistas que extremen sus  precauciones para no ser picados, principalmente en las zonas donde no son visibles estos animales por  la presencia del sargazo. Cabe señalar que la cantidad de estas especies no fue numerosa, como se suscitó en otros puertos del Estado.

Durante todo el periodo vacacional no se había registrado la presencia de estas especies, hasta que en este fin de semana algunos bañistas alertaron a las autoridades de la presencia de rayas en la orilla del mar, dentro del sargazo que sigue recalando y es por ello que se extremaron las medidas, reveló la comisaría municipal de El Cuyo, cuyo personal estuvo pendiente de las familias que disfrutaban del último día de vacaciones.

En Río Lagartos y San Felipe no se reportó la presencia de sargazo, tampoco de estas especies pues sus playas están limpias.

En todos los puertos antes mencionados, ayer domingo se registró una afluencia regular de vacacionistas que disfrutaron del último día de sus vacaciones, hasta el cierre de esta edición no se reportó algún bañista atacado por estas especies.

San Crisanto, desierto

Con baja afluencia cerró el último domingo de vacaciones de verano en el puerto de San Crisanto, luego de que por cuatro semanas consecutivas la presencia de turistas fuera nula a causa de los estragos que dejó la presencia de la marea roja, como el recale de especies marinas muertas en la primera semana de agosto.

Desde el viernes pasado los residentes esperaban que comenzaran a llegar los vacacionistas debido a la mejoría que había presentado el mar y las playas luego de las afectaciones, pero la afluencia fue bastante baja.

Centraron sus esperanzas en el sábado y ayer domingo, pero fue la misma situación. A temprana hora de la jornada dominical, la playa en el centro del poblado comenzó a verse con muy poca presencia de visitantes de los municipios aledaños que optaron por cerrar la temporada vacacional en la costa.

Entre los pocos visitantes, Francisco Martín, de Mérida, reconoció la labor que hicieron los residentes en cuanto a la limpieza de las playas. Alegó que, durante su instancia de la tarde del sábado, las aguas del mar lucieron cristalinas, por lo que aprovechó para darse un baño junto a su familia, luego de casi seis meses sin visitar el lugar.

“Vimos en los medios como estaba San Crisanto por la marea roja, ahora es otra cosa, las personas de aquí han hecho un gran trabajo en que removieron las especies muertas que recalaron”, comentó.

A temprana hora, las pocas familias que llegaron lo hicieron en pequeños grupos, mientras unos buscaban de algún lugar para instalarse, otros ya se encontraban disfrutado de las cristalinas y bajas aguas antes de que los rayos solares comenzaran a aumentar.

Itzel Loría, de Izamal, apuntó que tuvieron que esperar hasta final de mes para que la situación natural mejorar, al menos en el litoral norte que fue uno de los principales en afectarse con el manchón rojo.

“No íbamos a venir, pero mi familia ya tenía reservada la combi, fueron 3 mil pesos y si valió la pena venir, el agua está maravillosa, como si no hubiera pasado nada”.

En cuanto al sector restaurantero y hotelero, no presentaron grandes mejoras en el último fin de semana, puesto que la poca cantidad de personas que llegaron optaron por llevar sus propios alimentos y colocarse en espacios como los cocales.

“Nosotros trajimos nuestra comida, es un poco carito aquí y ya mañana comienza las clases, hay que ahorrar un poquito en que decidimos salir a pasear”, dijeron los visitantes.

Luego del confinamiento del COVID-19 durante el 2020 y 2021, los habitantes estaban esperanzados en las vacaciones de verano de este 2022, pero el puerto fue afectado fuertemente por la marea roja, por lo que esperan que la afluencia pueda aumentar hasta la temporada de Semana Santa y Pascua del próximo año, puesto que una vez que inicie el ciclo escolar los viajeros son escasos, además de que inicia la temporada de fríos y nortes en los próximos meses.

Telchac Puerto, mala temporada

En este puerto se registró una baja afluencia de bañistas, lo que marcó una mala temporada para los prestadores de servicios en el puerto. Durante el sábado y domingo se observó que la afluencia de visitantes fue casi nula, a excepción de un baile que se realizó durante la noche en las playas céntricas donde decenas de jóvenes se dieron cita.

En este puerto el mar continúa con un color marrón, lo que asustó a los bañistas, aunque hubo algunos se animaron a nadar hasta 400 metros mar adentro; la ventaja es que ya no se percibe el olor de peces muertos que acompañaba a la marea roja y la fauna marina ya no recala en las playas.

Los restaurantes sufrieron la peor temporada en años, pues durante este fin de semana la gran mayoría se encontraban completamente vacíos, y en la temporada en general reportaron bajas ventas pese a que tenían producto para aguantar toda la temporada.

La Policía Municipal estuvo realizando rondines para resguardar a los pocos bañistas y verificar que no se registraran incidentes; pero pese a los fuertes rayos del Sol, muy pocas personas acudieron al puerto.

Esto generó que la zona de arena se encontrara limpia, a comparación del año pasado que cientos de personas abarrotaron las playas y dejaron bolsas, botellas, cubrebocas y desperdicios que se quedaron regados en la zona.

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