Habitantes señalan la necesidad de devolverle la vida a las casonas que se ubican dentro del primer cuadro de la villa.
Si bien algunos de estos edificios funcionan como comercios, la mayoría de ellos permanece en estado de abandono y con una imagen desolada, a diferencia de año décadas cuando llenaron de vida y distinción a los espacios céntricos.
El deterioro de las casonas captó la atención de algunos pobladores, quienes apuntaron la importancia de rescatarlas para que luzcan y den cuenta de su historia, no desde la nostalgia como lo hacen ahora, sino desde el orgullo y la vivacidad.
Al respecto, el lugareño Leudogario Aké comentó: “Cada vez van perdiendo más su color y lo gloriosas que fueron en su época. Tal vez los dueños no pueden darles mantenimiento, pero yo opino que una lástima ver casas tan hermosas que únicamente están cerradas e incluso algunas ya se encuentran en condiciones deplorables debido a la nula atención que reciben”.
El entrevistado añadió que algunas casonas formaron parte de la historia del municipio y aún conservan su estructura antigua hecha con los materiales de su tiempo, lo que hace que, aunque mantienen su autenticidad, también son un peligro latente por un posible derrumbe.
Para ilustrar la situación, el vecino indicó que en la calle 33 entre 30 y 28 del centro se encuentra el edificio del exsindicato de chileros, sin embargo, luce en estado de abandono y cubierto de hierba.
“Una rehabilitación y mantenimiento a los diversos espacios históricos serían de gran ayuda para que los pobladores aún tengan en cuenta la riqueza cultural de la entidad petuleña”, puntualizó Leudogario.
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NM