Mérida es una de las ciudades con más ventajas para los que mudarse de otros estados de México o cualquier rincón del mundo, desde el clima de paz y tranquilidad con el que se vive, hasta los incontables atractivos que ofrece, la calidez de su gente, entre muchas otras.
No está en duda que "La Ciudad Blanca" es uno de los destinos preferidos para vacacionar, por la cercanía de playas como Progreso, Sisal o Celestún o la cantidad de cenotes para visitar y darse un baño para mitigar el calor.
Sin embargo, es el calor, con temperaturas que pueden alcanzar hasta los 45 grados Celsius una de las cosas por las que las personas lo piensan dos veces antes de venir sobretodo en los meses de primavera y verano, donde el termómetro sube.
Es por eso que muchos turistas escogen los meses de noviembre y diciembre para pasar unos días en Mérida, pues generalmente con la época de lluvias el calor amaina, el viento se siente más fresco y muchos de estos fenómenos son relaciones con el Hanal Pixán.
Aunque el descenso en las temperaturas no es drástico, pues el termómetro apenas baja unos 5 grados, pero que deja un sensación agradable y muy cómoda para caminar o dar un paseo por las calles del Centro Histórico de Mérida o Paseo de Montejo.
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AA