Tras el cierre de varias desfibradoras de henequén del Litoral Norte del estado por el golpe duro del ingreso de la fibra de Sisal, proveniente de Brasil, parcelarios siguen de brazos cruzados esperando que su producción sea comprada de nueva cuenta.
Álvaro Casanova Rivera, campesino, alegó que en las desfibradoras de los alrededores de la comunidad no se ha aceptado la producción de campesinos externos, como se hacía meses atrás antes de que comenzara esta crisis del Oro verde.
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El entrevistado señaló que son al menos 30 parcelarios los que están pasando una fuerte crisis económica al no estar comercializando su producción, que está en una de las temporadas más fuertes por la presencia de las lluvias. Tras el cierre de la desfibradora Santa Rita de la localidad de Baca, se vieron en la necesidad de parar el corte y hasta la fecha siguen detenidos.
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Álvaro alegó que apenas les acaban de pagar el producto que tenían entregado desde dos meses atrás: “Después de dos meses nos vinieron a pagar, son como tres viajes de 15 a 18 mil hojas que mandé. Nos dicen que no se está comprando la fibra y por eso no están agarrando el producto”.
Juan Casanova Rivera, también parcelario, mencionó que hace unas semanas tuvieron una reunión con el Frente Campesino, liderado por Pedro Quijano, para que dieran a conocer lo que está ocurriendo. Les aseguraron que se estarían viendo posibles soluciones para reactivar la actividad. “Desde hace dos meses no estamos cortando, ahora con las lluvias las hojas están buenas, pero nadie lo corta, solo así se va a perder”, dijo.
Los entrevistados dijeron que antes de que varias desfibradoras de la zona dejaran de adquirir el producto de parcelarios externos, el kilo se pagaba entre 22 y 25 pesos, mientras que el corte tenía precio de 150 pesos por millar. Al contar con 50 hectáreas de henequén, se han visto preocupados por la pérdida de la hoja que está en su punto para ser cortada y de no suceder podría afectarse la planta.
Juan Casanova reveló que las maquiladoras les informaron que de ahora en adelante, si quieren que sus fibras sean compradas, les pagarían dos pesos menos del precio que tenían hace dos meses: “En Baca nos dijeron que dos pesos menos, si nos pagaban 22, ahora va a ser 20. Y hay a quienes les pagaban a 20 anteriormente, es un golpe fuerte para nosotros como campesinos”.
Productores del Oro Verde comentaron que les pagan 150 pesos por millar a los trabajadores que contratan para cortar las hojas, monto que ahora tendrá que reducirse, por lo que habría el riesgo de que se retiren por el bajo sueldo. “Ya no podríamos costear 150 pesos por corte, además del líquido y la limpieza. Tendría que ser en 120 pesos, pero nadie lo va a aceptar”.
Las dependencias de Gobierno solamente les han indicado que: “Sigamos sembrando henequén para rescatarlo”, pero no han hecho algo para apoyarlos. Los campesinos afirmaron que la situación será muy complicada cuando lleven su producto a alguna desfibradora, pues consideran que mientras siga ingresando la fibra de Brasil, esta actividad campesina seguirá paralizada.
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NM