Un Juez Federal determinó no suspender los trabajos de construcción del Viaducto Elevado de Progreso porque hacerlo traería mayores daños que beneficios a los habitantes de la zona, por lo que negó la suspensión definitiva en uno de los amparos promovidos en contra de la construcción de dicha obra, a fin de que pueda continuarse con la ejecución de la misma.
Esta determinación ocurre luego de que en marzo pasado, el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo también negara la suspensión provisional que requirieron algunas personas que se oponen a la construcción del viaducto elevado en la carretera Mérida-Progreso.
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De esta manera, las obras continuarían su curso porque los quejosos no pudieron acreditar en ambos casos daños irreversibles o al medio ambiente.
En esta ocasión, en el marco del juicio de amparo 365/2023-VII-B, promovido por algunos particulares, el impartidor de justicia determinó que para detener la construcción de la obra en lo que se resuelve el amparo, los quejosos tuvieron que haber acreditado que la ejecución de la misma les causaba daños irreversibles, lo cual no pudieron demostrar.
En esta suspensión definitiva se consideró que, lejos de provocar un daño al medio ambiente, el Viaducto Elevado de Progreso mejorará el tráfico vehicular al evitar que los camiones circulen dentro de la ciudad, lo que redundará en beneficios para los progreseños.
También dejó claro que la Semarnat, quién es la autoridad federal competente en materia ambiental, ha señalado que la ejecución de la obra es viable, ya que no produce afectaciones debido a que se realizará sobre una calle ya construida.
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CC