Hoy se celebra a la Virgen del Carmen en Motul, una de las máximas representaciones del fervor mariano y carmelita en todo el Estado. Además, a través de los años el culto a esta pequeña imagen de la Virgen ha desplazado a la veneración de San Juan Bautista, quien es el patrono titular de la parroquia.
Respecto a esta celebración y en medio de este fervor en su honor, entre pláticas los vecinos recordaron una leyenda sobre la Señora del Carmelo.
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En ese relato, se cuenta que la Virgen era venerada especialmente en el cuartel militar. Esto fue herencia de las creencias españolas, pues apenas unas décadas atrás se había logrado la independencia del país y cuando los soldados fueron trasladados a otra ciudad que estaba en guerra, la Virgen del Carmen salió de su templo y fue a visitarlos en respuesta a las múltiples peticiones de madres y esposas que acudían a ella solicitándole su amparo para los soldados.
Esta leyenda permanece en la memoria y tradición oral de los habitantes. Con la finalidad de preservar las narraciones locales, a continuación se comparte este relato fantástico.
En los años de 1832 a 1842, después de la Independencia nacional, hubo un brote revolucionario en Campeche, por lo que se trasladó a los soldados del cuartel de Motul. La ausencia de los militares causó consternación, pena y tristeza en sus madres y esposas, pues en ese tiempo la distancia a Campeche parecía de aquí al fin del mundo.
Desde ese entonces, la patrona de los soldados motuleños era la Virgen del Carmen, pues la veneraban profundamente junto con sus familias.
En aquellos tiempos, los servicios de correo los hacían a pie algunas personas que viajaban de un pueblo a otro. En cierta ocasión, a una de estas personas que hacía el servicio de Mérida a Campeche se le hizo de noche, pero no le importó y prosiguió su camino.
De pronto, levantó la vista y vio a lo lejos una lucecita que captó su atención, puesto que se le acercaba cada vez más hasta que se encontraron frente a frente. ¡Qué sorpresa la suya al darse cuenta de que era una hermosa señora con su hijo en un brazo y en el otro una linterna que le alumbraba el camino!
El viajero saludó a la señora y le preguntó de dónde venía, ella contestó que era de Motul y que estaba regresando de Campeche, ya que fue a ver a sus otros hijos que allí estaban.
El hombre siguió su rumbo hacia Campeche, sin apartar de su pensamiento el recuerdo de la señora y así llegó a su destino al amanecer del día siguiente. Allí, averiguó en qué cuartel estaban los soldados motuleños y al encontrarlos contó lo que vio en su trayecto.
Al oír el relato, los soldados recordaron que la noche anterior vieron pasar entre ellos a una señora con su hijo abrazado prodigándoles consuelo y animándolos, comentaron que ella dijo: “No se preocupen por esta situación, yo les prometo que pronto irán de regreso a nuestro pueblo”.
Ellos llegaron a la conclusión de que la única que podía ser aquella señora era la Virgen del Carmen, a quien se encomendaron cuando partieron.
Tal como la mujer les prometió en su visita, al poco tiempo los militares volvieron sanos y salvos a Motul, hecho que propició el aumento en la devoción de los soldados y sus familias a la santísima Virgen del Carmen.
Tal como se puede observar en este relato, es singular el culto que se ha desarrollado en Motul en torno a la Virgen del Carmen, una imagen pequeña de apenas 40 centímetros, pero que mueve a su alrededor a toda la ciudad en este día dedicado a ella.
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AA