Como consecuencia de los permisos para la instalación de tuberías del gasoducto que atraviesa áreas residenciales en el norte, otorgados por las autoridades municipales, familias que se encuentran en riesgo debido a estos conductos de gas expresaron su repudio hacia el alcalde con licencia, Renán Barrera Concha.
“Si Renán Barrera viene a pedir el voto en esta zona, yo ni medio voto le daría”, afirmó indignada Guadalupe López, vecina de la privada Pensiones Sección 6 Etapa que en 2021 se opuso a que se excavara la calle para introducir tuberías de gas sin las autorizaciones adecuadas por parte del Ayuntamiento.
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Recordó que en esa ocasión, colocó su automóvil de manera transversal en la calle con el fin de obstaculizar los trabajos de la maquinaria. Esta acción conllevó el riesgo de daño a su propiedad, ya que el malestar era considerable. La situación se desencadenó porque, sin previa consulta a los vecinos, un día aparecieron maquinarias para realizar ranuras en la calle.
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Es positivo destacar que, gracias a la intervención de los vecinos y su organización, las maquinarias no lograron ingresar a la zona residencial, a pesar de la intensidad de los intentos. La creación de un grupo de WhatsApp y la participación en una página de Facebook permitieron compartir imágenes que reflejaban la inconformidad colectiva, fortaleciendo así la solidaridad y la efectividad en la defensa de los intereses de la comunidad.
La señora explicó que, según su conocimiento, el negocio se llevaba a cabo entre la empresa Engie y el Ayuntamiento, que otorgó los permisos para suministrar gas natural, todo ello sin el consentimiento previo de los habitantes.
En un principio, intentaron engañar a los habitantes al afirmar que se trataba de un proyecto de mejoramiento de agua potable, pero resultó ser diferente a lo que se comunicó inicialmente.
Esta vecina advirtió que el edil con licencia no contaría con el apoyo de los habitantes de este fraccionamiento tras avalar equivocadamente la polémica obra del gasoducto, que no cumplía con regulaciones y planes originales.
El caso puso en evidencia el descontento y falta de respaldo ciudadano hacia Barrera Concha en varios puntos de la ciudad, donde se detectaron irregularidades en el proyecto que presuntamente beneficiaría a la empresa Engie.
“Si Renán Barrera viene a pedir el voto en esta zona, yo ni medio voto le daría”, reiteró.
Para ella y los otros 30 habitantes de la privada, la instalación de gas natural en la calle, a través de tuberías y conexiones a las propiedades sin su consentimiento, representa un peligro para la vida de muchas personas.
Llevó a los reporteros de POR ESTO!, hasta la zona donde la empresa instaló las tuberías y realizó conexiones a los departamentos. La conexión, similar a la del servicio de agua potable, es evidente a simple vista. La persona narró que, recientemente, un choque entre dos vehículos en la esquina puso en peligro a los habitantes de ese departamento, ubicado en el cruce de la calle 76 con 13-1 de Pensiones.
Por poco, según dijo, el automóvil estuvo a punto de chocar contra el muro donde se encuentran los medidores. En caso de que eso hubiera sucedido, “Dios no lo quiera”, se habría desencadenado una tragedia. Las tuberías se habrían roto, el gas se habría dispersado, lo que podría haber generado una explosión, desencadenando a su vez más explosiones en una cadena de eventos peligrosos.
Los habitantes de Pensiones han suscrito un contrato de servicio de gas natural por mil 500 pesos y realizan pagos mensuales de aproximadamente 230, dependiendo del consumo. Aunque este servicio podría ser más económico, la preocupación radica en la latente amenaza, ya que las tuberías de gas natural se encuentran en una zona de alta densidad poblacional. Este hecho, como ha informado POR ESTO!, fue reconocido por un juez en un amparo directo, donde los vecinos de García Ginerés están a punto de ganar el juicio.
Cerca de las zonas donde se colocaron las tuberías, transitan vehículos y existen incluso baches, como el ubicado en la calle 76 con 13-1, cuyo material enterrado podría estar sometido a presión externa debido al paso de autobuses, lo que podría provocar que ceda ante la presión y libere gas. “Esto representa un peligro y la gente no se da cuenta”, expresó.
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NM