En el marco del Día Mundial del Pescador que hoy se celebra, en el Estado existen alrededor de 12 mil hombres y mujeres que se dedican a esta actividad, quienes no solo enfrentan una crisis ante la escasez de producto, el bajo valor en el mercado y el mal tiempo, si no además ponen en juego su vida por los riesgos en altamar.
Esto ha ocasionado que en estas épocas, y más a punto de iniciar la veda de mero, más del 80 por ciento de los hombres de mar se están dedicando a otras actividades.
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En el Litoral Norte, de acuerdo con la lista del Padrón de Pescadores, el puerto de abrigo lo conforman 506 pescadores de San Crisanto y Chabihau, mismos que salen a la pesca de escama y molusco. Jesús Pech, pescador, precisó que este trabajo no es nada fácil, sobre todo en estos tiempos, ante el poco producto y el bajo precio en el mercado.
El entrevistado mencionó que muchas personas creen que ir al mar es un trabajo fácil, solo hay que esperar que los peces caigan en las trampas, pero es todo lo contrario, pues estando en altamar no saben si van a regresar a tierra con sus familias. “Ser pescador no es fácil, estamos expuestos a muchas cosas, soportamos temporales y condiciones no tan cómodas”.
Jesús Pech señaló que a esto habría que agregar la crisis económica que enfrentan, ya que en los últimos tres años los pescadores han afrontado situaciones que los ha dejado endeudados, como la marea roja que golpeó el litoral yucateco en agosto del 2022, quedando miles de hombres de mar sin salir a la actividad por varios meses, la escasez del producto por la pesca furtiva del mero y el pulpo en período de veda y el bajo valor que tuvo el año pasado el molusco en el mercado.
“Muchos dicen, es pescador, gana bien, pero no saben lo que pasa uno en el mar; el precio del pulpo estuvo barato, 65 pesos el kilo, se quejan de que cuesta mucho en restaurantes, pero no conocen qué es ir a pescar”, dijo a su vez el marinero Francisco Poot.
Lamentaron que para el período de la fiebre del pulpo, varios de sus colegas de otros puertos perdieron la vida ejerciendo la actividad. Recordaron que en el 2022, dos de ellos fueron de Sinanché. “Dos cuates se nos fueron, el cuerpo de uno nunca se encontró y el otro sí. Siempre nos encomendamos a Dios para regresar con bien a casa”.
Francisco Poot señaló que este día no es dirigido a un solo colectivo, pues abarca a todos, tanto de grandes y pequeñas embarcaciones, así como los que realizan la actividad en aguas poco profundas, tal es el caso de los que se colocan en los puentes de los puertos para también llevar el sustento a sus hogares.
Ahora que está por iniciar la veda del mero, los entrevistados dijeron que serán pocos los pescadores que permanezcan en la captura de otro tipo de escamas. Alegaron que más del 80 por ciento de los marineros han abandonado esta actividad momentáneamente para dedicarse a otros oficios.
Agregaron que el Gobierno del Estado los apoya durante la veda, ahora que están por recibir vales de despensa mientras realizan trabajos temporales. “Estamos por cerrar la pesca de mero y fue de la patada. Por eso muchos se retiraron. Nos darán nuestros apoyos por medio de vales, eso es anual”, dijo Francisco.
El ingreso de los frentes fríos ha ocasionado que esta actividad quede paralizada por varios días, incluso semanas. Este año, los marineros esperan que pueda ser favorable, tanto en la cantidad de captura como un precio justo en el mercado, ya que no quieren seguir enfrentando deudas y verse obligados a retirarse de este oficio que solo les ha traído complicaciones.
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NM