Debido a la desidia del alcalde Ismael Aguilar Puc por atender el tema del manejo de residuos sólidos en el municipio, los basureros clandestinos se han convertido en un problema que afecta los suelos de la localidad y pone en riesgo la salud de las personas. Es posible ver varios vertederos dentro y fuera del pueblo, que cada vez aumentan más su tamaño.
Los habitantes aseguraron que durante sus tres años de gestión el Primer Edil nunca emprendió acciones para combatir los basureros furtivos, pues solo se ha dedicado a otros asuntos. “Descuidó mucho el aspecto ecológico, mejor hubiera buscado estrategias para solucionar la cuestión ambiental”, comentaron.
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El problema se registra sobre todo en las carreteras aledañas a la localidad, por ejemplo, a pocos metros de la salida de la colonia San Francisco Manzanilla hay un vertedero que cada vez es más grande sin que las autoridades lo frenen. “No se ha hecho algo para resolver esta lamentable situación, por lo que muchas vías tienen una mala imagen, lo peor es que también ponen en peligro latente el bienestar de los habitantes”, expuso el vecino José Cortés.
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El entrevistado compartió que vive en la salida del municipio, donde muchas veces tiene que soportar los malos olores desprendidos de la descomposición de los restos arrojados, principalmente cuando se trata de cadáveres de animales. Afirmó que en ocasiones los ciudadanos tira perros muertos, pescados y órganos de aves, lo que causa la presencia de zopilotes. “Apesta mucho. Los zopilotes se juntan cuando hay restos, es una lástima que dejen así la entrada del municipio. ¿De esa manera van a poner el arco de bienvenida, para que lo que te reciba sean basureros?”, expresó.
Por otro lado, los parcelarios que tienen sus tierras a unos cuantos metros de la salida Dzidzantún-Yobaín expusieron que en el sitio hay un predio donde se desechan desperdicios de pescados, lo que incluso ha hecho vomitar a quienes transitan por el lugar. “Son personas inconscientes. Es una pena que el Alcalde permita que se sigan dando estos casos”, aseguró el campesino Bartolo Erosa.
Los habitantes dieron a conocer que por la nula atención a los vertederos por parte de la Comuna, muchas personas han padecido enfermedades en las vías respiratorias y el estómago, sobre todo quienes circulan por los sitios diariamente. “Es una cuestión que ha perjudicado a muchos, cuando pasas por ahí a veces te dan náuseas y diarrea, es una barbaridad”, agregó el entrevistado.
Finalmente, los quejosos dijeron que si las autoridades tomaran cartas en el asunto se podría poner un alto al problema y garantizar la salud de todos los pobladores. “El presidente Aguilar Puc debería castigar a quienes sean sorprendidos arrojando basura en la vía pública, si no jamás podremos superar esta situación”, puntualizaron.
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NM