Yucatán

Mueres 10 tortugas carey en San Crisanto, Sinanché, en los últimos dos meses

Al menos 10 tortugas carey han sido encontradas sin vida durante los últimos dos meses en San Crisanto debido al uso de redes pesqueras
La protectora de la fauna marina lamentó que el puerto no cuenta con especialistas en temas ecológicos que brinden ayuda y atención cuando se requiere / Isaí Dzul

En los dos meses transcurridos del año, al menos 10 tortugas carey han sido encontradas sin vida en las costas del puerto. El uso de redes en aguas poco profundas para la actividad pesquera representa una grave amenaza para los quelonios durante todo el año, especialmente en la temporada de anidación que comenzará próximamente en abril.

La habitante Elizabeth Zapata, quien por ocho años ha formado parte del Club de la Tortuga de Telchac Puerto, explicó que como parte de su labor supervisa cinco kilómetros de la playa del lugar, donde ha hallado varios reptiles muertos. “Han recalado tortugas sin vida, a algunas les faltan extremidades debido a que se atoran en las redes y se las cortan, es un problema constante”, apuntó.

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La entrevistada señaló que emprender la pesquería cerca de la ribera representa un peligro para la especie, sobre todo durante la temporada de anidación que está próxima. Explicó que los hombres de mar colocan sus redes durante toda la noche para levantarlas al día siguiente, cuando los quelonios suelen quedar atascados en ellas. “La mayoría son ejemplares juveniles, lo que quiere decir que las trampas los están matando, pues se atoran y los cortan. También hemos encontrado adultos, pero en menor cantidad”.

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Zapata explicó que, de cada mil crías, solo una logra alcanzar los 20 años de edad. Expuso que varios extranjeros la acompañan todos los días a recorrer la playa para verificar que no haya algún reptil en peligro o muerto.  “Es una tarea diaria. Hacen falta voluntarios, porque es mucho trabajo abarcar toda la zona”, puntualizó.

En abril, cuando es la temporada de anidación, los esfuerzos se intensifican al tener que monitorear el área cada jornada, a fin de evitar que haya depredación por parte de los humanos u otros animales, así como frenar el ingreso de vehículos y personas a bordo de caballos o bicicletas, al igual que impedir obras de construcción en la arena. “En este período hay mucho por hacer, debemos vigilar intensamente porque algunos escarban los nidos y se llevan los huevos, o bien, los animales se los comen”, comentó la entrevistada.

Por otra parte, la protectora de la fauna marina lamentó que el puerto no cuenta con especialistas en temas ecológicos que brinden ayuda y atención cuando se requiere. Actualmente, Elizabeth Zapata es la única que se ha encargado de cumplir con estas actividades, pues los demás voluntarios optaron por retirarse del club. “Urge que se sumen más ambientalistas para mantener sana y salva la anidación, tenemos que proteger a la especie”, afirmó.

En los últimos días, varias embarcaciones han sido vistas a menos de 100 metros de distancia de la costa tirando sus redes, las cuales permanecen sumergidas durante al menos 12 horas. Sobre esto, la entrevistada comentó: “Es tan poco profundo que las tortugas no pueden desenredarse, sobre todo cuando hay vaciantes, por eso se quedan ahí”.

Los únicos organismos que brindan apoyo al club son la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a las cuales se les debe entregar los reportes de la situación en la ribera respecto a los quelonios.

La muerte de las tortugas a causa de las redes sin duda amenaza el lapso de anidación, pues se teme que la mayoría de los reptiles marinos mueran antes de depositar sus huevos en la arena. “Estamos a un mes para que comiencen a arribar más ejemplares a fin de hacer sus ponederos, lo que es preocupante porque hasta el momento han aparecido 10 de ellos sin vida en la zona”.

Ante esta situación, Zapata pide a los porteños hacer conciencia sobre el cuidado de los quelonios, además de acercarse al club para desempeñar trabajos en pro de la preservación de la especie que cada vez sufre más a causa de los humanos y los fenómenos naturales.

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NM