Paraíso Sisal y otros desarrollos habitacionales están destruyendo Sisal, advirtió la guía de naturaleza y activista Hilda Crespo, quien aseguró que los recursos naturales de la costa se ven comprometidos con los monstruos inmobiliarios y la hotelería, que se han apoderado del lugar.
Aseguró que las empresas no han tomado en cuenta los riesgos ecológicos que implica construir desarrollos habitacionales y hoteles, que conlleva la sobreexplotación de recursos como el agua. “Existe un gran plan de desarrollo donde se están construyendo megaedificios a la orilla de la playa, pero la pregunta es ¿dónde carambas se va a ir todo el desecho?, ¿va a haber una auditoría (sic)?, ¿Va a haber un convenio con Semarnat, acerca de los desechos de estos lugares?, ¿o simplemente los van a verter?”, se preguntó. “¿Cuántos pozos necesitan abrir esos hoteles o esos complejos habitacionales?, ¿Cuánta sobreexplotación de agua? De aquí a dos, tres años, mi agua ya va a ser salina como está pasando en Celestún”, recordó.
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Asimismo, recalcó que los habitantes de Sisal no están de acuerdo con la explotación de los recursos del puerto, porque, además, no se están cumpliendo las normas. “Los que ya están trabajando no están cumpliendo, y los que se están construyendo tampoco están cumpliendo, por eso nosotros los sisaleños decimos que no queremos esto, y estamos atrincherándonos, pero si las autoridades firman las MIA y no checan qué es lo que están firmando porque están desde el escritorio ¿cómo van a respetarnos?”.
“No piensan que, si por sus usos y costumbres fue nombrado Pueblo Mágico, ¿cómo es que ahora defienden a los grandes monstruos de la construcción y de la industria hotelera?; si por mi identidad de pueblo fui nombrado y ahora llegas y me sobreexplotas… ¿a qué estamos jugando?”, se quejó.
Subrayó que, tras la llegada de Paraíso Sisal, la reserva del Palmar se vio comprometida, además de que la alcaldesa de Hunucmá, Edna Marisa Franco Ceballos, cambió el uso de suelo para su beneficio.
“Paraíso Sisal ha sido una mala experiencia para nosotros como sisaleños, teníamos cuidada la parte de la reserva del Palmar, y de un momento a otro el gobierno (municipal), que para mí vergüenza fue una mujer, le cambió el uso de suelo y ahora son propiedades privadas; y eso no queremos que ocurra con nuestras tierras, aún somos dueños de ellas, pero están en conservación, tanto así ni entra nadie de fuera ni sale nadie de adentro”.
Señaló que el puerto ha sido invadido por “personas de fuera”, que invierten apropiándose de las tierras. “Han hablado de que mucha gente de fuera ha llegado a hacer negocio y Sisal está sobrepoblado, hay colonias de canadienses, personas de Monterrey, franceses, ¿Por qué hay gente de fuera haciendo negocios? Por qué tiene recursos, porque a la gente local no se le ha dado la oportunidad de tener y lograr”, aseguró.
Cuando vamos a solicitar nos dan un testamento, que dice que necesitamos permisos, documentos y muchas cosas, es decir, no nos lo están negando, pero casi nos están diciendo: ‘mira el pastel a través de un cristal’, y te dicen ‘cómetelo’, y lo voy a contemplar, pero nunca voy a poder comérmelo”, lamentó.
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