La primera llegada de crucero a Progreso en medio de la ola de calor ahuyentó a casi todos los pasajeros que arribaron a bordo de una unidad de la naviera Carnival. Resaltó que varias familias duraron menos de una hora en la ciudad, pues ante el embate de las altas temperaturas, optaron por retornar al buque.
De acuerdo con cifras de la Administración del Sistema Portuario Nacional con sede en Progreso, el Carnival Valor atracó a las 6:50 horas con 4 mil 454 tripulantes, de los cuales mil 125 eran trabajadores de distintas áreas y 3 mil 329 eran clientes.
La mayoría de los visitantes llegó con tours que implicaban traslados rumbo a puntos como Chichén Itzá o playas privadas de hoteles de Yucatán, por lo que por medio de este tipo de dinámicas se vio mermado el rubro dedicado al turismo en el municipio, ya que a penas el 20 por ciento de los extranjeros se quedó en Progreso.
Como se mencionó, los embates del bochorno fueron motivo para que varios paseantes se quedaran en el crucero para disfrutar actividades en la piscina y servicios en cócteles.
Quienes sí se aventuraron a recorrer el primer cuadro de la ciudad atestiguaron las altas temperaturas de las que han sido presa los yucatecos desde finales de abril. Resaltó que sobre todo los adultos mayores optaron por tener una fugaz estancia en el municipio.
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“No quieren masajes ni ratos de descanso en los camastros. Este clima es casi imposible de soportar para ellos. Atendí a una familia de canadienses que sólo estuvo media hora bajo una palapa. Se retiraron sudando y admitieron que sentían que les faltaba el aire”, indicó Fernando Pasos, trabajador de la zona de arena del Boulevard Romeo Frías Bobadilla.
De igual manera, los turistas internacionales desistieron de tomar paseos en banana o participar en actividades organizadas por los restaurantes de la prolongación. Aquellos que eligieron adentrarse al mar, lo hicieron durante no más de 30 minutos.
Los negocios que resultaron beneficiados fueron los que cuentan con productos fríos como los cocos, paletas de hielo, sorbetes y la venta de cerveza para los adultos. Asimismo, se pudieron visualizar largas colas en tiendas de autoservicio del centro.
“Es verdad que la lluvia es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos como prestadores turísticos, pero también hay que externar que el calor en exceso no nos conviene si se trata de visitantes que acuden desde países donde son comunes las temperaturas bajas”, argumentó la masajista Miranda Catzín.
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Ante posibles golpes de calor para los paseantes, se contó con apoyo de diversas autoridades que recorrieron el tramo que comprende el Malecón Internacional y el Tradicional. Por fortuna, no se registró algún bañista afectado.
Alrededor de las 16:00 horas, los vacacionistas partieron rumbo a Nueva Orleans para concluir una ruta que igual incluía la Isla de Cozumel. La siguiente semana se esperan hasta dos cruceros. En caso de que el clima no lo permita, podría haber cancelaciones, como sucedió hace una semana.
Por otra parte, cabe mencionar que sigue la construcción del parador turístico, donde serían reubicados los trabajadores que estaban instalados en el Pasaje del Artesano del local de taxistas, el cual ahora será un complejo comercial.
Colaboradores de este punto indicaron que podría haber una disminución de paseantes nacionales este fin de semana, pues, a pesar de que recientemente se tuvo actividad pluvial que refrescó las calles, aún persisten los embates producidos por el bochorno.
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GC