A diferencia de otros municipios de Yucatán donde se están perdiendo las costumbres ancestrales, en este poblado se mantienen los rituales de petición de lluvias y se transmite por generaciones.
Je ku tal le (hay viene la lluvia) y kóoten haanal (vengan a llover) claman los campesinos en agradecimiento y petición de las benditas aguas del cielo, una de las costumbres más antiguas de los pueblos mayas que se conservan a pesar de la influencia extranjera.
En el rancho Navanché, propiedad de Mario Chuc Naal, ubicado al Poniente de la población de Hunucmá, se realizó la ceremonia del agradecimiento y la petición de lluvias para el riego de hortalizas, con la tradicional comida cool y la santificación del terreno. En el lugar estaban presentes los integrantes de la familia Chuc, hijos y nietos de don Juan, hoy conocidos como los Chuques.
Esta actividad familiar une a hombres y mujeres de la población, quienes trabajan en equipo de colaboración; las mujeres se encargan de la preparación de la comida, un guiso a base de masa de maíz, gallina y el cool, por lo general de color rojo por el achiote que se le adhiere al caldo; incluye las tortillas de maíz.
Los varones se encargan de la preparación de la mesa para las prendas y el corte de las hojas que se necesitan para la ceremonia de santificación
El abuelo don Juan agradeció la presencia de sus descendientes: “Los exhorto a continuar con esta costumbre y transmitirla entre las generaciones”, señaló, mostrando el cambio de batuta en la que Mario Chuc Naal y sus hijos fueron los encargados para llevar a cabo estas costumbres ancestrales.
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Posteriormente, el sacerdote o Xmen dio gracias a dios por los dones recibidos durante el año, para dar paso a la petición de la lluvia, para que se fertilice la tierra donde se sembrará maíz, calabaza, cilantro, rábano y otras hortalizas.
Una de las facetas de esta ceremonia es la limpia en la que el Xmen usó ramas de árboles y agua para bendecir los presentes, uno a uno. Esta limpia es una manera de asegurar que en todo el rancho existen buenas vibras y que las personas están preparadas para participar en las oraciones de agradecimiento y petición.
En el evento se encontraban cuatro generaciones de los Chuques, para que todos los descendientes aprendan esta bonita y ancestral costumbre, cuyo principal objetivo es agradecer y la solicitud de la lluvia.
GC