Después de que se detectaron residuos de glifosato en cinco niños de las comunidades de Dzonot Carretero y Cabichén, así como en el suelo y el agua, situadas cerca de extensos campos de maíz, se ha decidido ampliar el alcance de los muestreos a otras localidades del interior del estado para conocer a profundidad el impacto de los agroquímicos, reveló Gamaliel Canto Dzul, presidente de la Asociación Ganadera Local Especializada en Apicultura y Meliponicultura de Tizimín (Agleam).
El líder apícola explicó que ante los casos de mortandad de abejas causados por el uso de agroquímicos, extendieron un poco más la investigación para conocer cómo esto afecta la salud humana, considerando la contaminación de fuentes de agua y suelo.
Dijo que a raíz de que en dos comunidades se detectó la presencia del glifosato en pozos, cenotes y aguadas, se hicieron análisis de orina en pequeños que resultaron positivos. Ante esto, decidieron que los muestreos se ampliarán para determinar la gravedad del problema en la región Oriente del estado y su impacto en los ecosistemas y la salud humana. Además, se colabora con el químico farmacobiólogo Jaime Rendón Von Osten, quien presentó las primeras pruebas de su investigación.
“No podemos decir algo sin fundamentos. Ahora tenemos un sustento y estamos desarrollando líneas de investigación que nos lleven a un resultado. Los niños que salieron positivos podrían ser que vienen de padres que hacen mal uso de los agroquímicos, almacenan estos tóxicos en sus hogares, trabajan en las zonas de cultivo o viven cerca de los campos que los han dañado”, explicó Canto Dzul.
Subrayó la necesidad de determinar si la contaminación proviene del líquido consumido en los hogares, de la red pública, o de procesos de agua que no eliminan completamente los residuos de glifosato.
“Hay que entender que si el agua está contaminada, están ingiriendo agua con glifosato. Esto se tendría que determinar en algún momento, pero hay que descartar que fue por usos y costumbres o que están directamente expuestos. Nos inclinamos a pensar que el agua puede ser el principal factor adicional a otros posibles contaminantes”, dijo.
Canto Dzul explicó que se continuará esta investigación en otras poblaciones para obtener una visión más completa de la situación. “Necesitamos hacer un trabajo más amplio para entender tanto el impacto y repercusión en la línea de las abejas como también en la salud de los humanos”.
El líder apícola reveló que se continuará trabajando en esta investigación hasta conocer la realidad que se está viviendo en la zona Oriente.
GC