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Mientras el municipio se prepara para festejar a su santo patrono, el cielo se alista para derramar las “Lágrimas de San Lorenzo”, la lluvia de estrellas más copiosa del año con la aparición de hasta 120 meteoritos por hora, señaló el astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa.
Abundó que la lluvia de estrellas, también conocida como Perseidas por observarse en la constelación de Perseo, se apreciarán del 11 al 13 próximos.
Afortunadamente, la Luna estará en su fase de cuarto creciente y no disminuirá la visibilidad de este fenómeno natural que coincide con las festividades que se realizan para recordar al mártir, santo patrono de este municipio, Tahdziú y Yobaín.
El evento coincide con los festejos al santo patrono en Tahmek / Por Esto!
Salazar Gamboa resaltó que es una de las tres más copiosas del año, con una frecuencia de hasta 120 meteoroides por hora, aproximadamente; es decir, uno cada 30 segundos.
El académico emérito del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) remarcó que las estrellas fugaces que se observarán tendrán una magnitud de 2.2, aunque algunos serán más brillantes, y de mayor duración, y todas ellas se sublimarán en la atmósfera cuando la atraviesen a una velocidad de 59 kilómetros por segundo.
Salazar Gamboa explicó que la constelación de Perseo aparecerá a partir de las 23:46 horas, en el Noreste de la bóveda celeste, por lo que será poco después de la medianoche cuando se empiece a observar el fenómeno, con una mayor frecuencia a las 3:00 horas, cuando esté a 45 grados del horizonte, y hasta las 6:36 horas, cuando emergerá el Sol.
Puntualizó que esta lluvia de estrellas es consecuencia de los restos del cometa Swift-Tuttle 1862 II, la cual se volvió más copiosa debido a que el bólido retornó en 1993, en su paso por el Sol.
Se observarán 120 meteoritos por hora, o sea, uno cada 30 segundos. / Especial
La Tierra, en su movimiento de rotación, cruza por el punto por el cual pasó el cometa y por gravitación atrae a las partículas flotantes, las cuales al ingresar a la atmósfera se subliman y se observa como una estrella fugaz. Estos fragmentos del cometa ingresan a la atmósfera terrestre a una velocidad de 59 kilómetros por segundo.
“A esta velocidad, hasta el más pequeño fragmento de polvo produce una vívida estela luminosa al desintegrarse”, dijo el premio Jaguar del Turismo 2020 de la Asociación Mexicana de la Industria Turística (AMIT) Yucatán.
Mencionó que el destello dura segundos y el número varía de acuerdo con la densidad de los restos que flotan en el espacio y que son atraídos por la gravedad del planeta.
Mencionó que las Perseidas se observan desde el pasado 25 de julio y permanecerán hasta el próximo 24 de agosto, pero su período culminante o máximo será en las noches y madrugadas del 11 al 13 de este mes en curso.
Mientras que a la constelación de Perseo se le puede identificar fácilmente, dado que al Oriente se encuentra Tauro, con su gran estrella Aldebarán, a un costado está Auriga y al Norte se encuentra Casiopea.
Eddie Salazar Gamboa precisó que el fenómeno se apreciará en su magnitud del 11 al 13 próximos. / Especial
“Si miramos al Noreste, a partir de las 23:00 horas, observaremos varias estrellas fugaces, pero del 11 al 13 de este mes se contarán hasta 100 meteorito en una hora”, subrayó el fundador del Grupo de Astronomía Hipatia de Alejandría del Instituto Tecnológico de Mérida.
Aclaró que la mínima presencia de meteoritos se da al anochecer y la máxima al amanecer, debido al movimiento de la Tierra.
El premio al Maestro Distinguido del Estado de Yucatán 2021 recomendó alejarse lo más posible de la contaminación lumínica, y observarla en grupo, todo ello, siempre y cuando las condicione atmosférica así lo permitan.
El profesor emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) destacó la importancia de este fenómeno astronómico, también denominado como las Lágrimas de San Lorenzo, y el vínculo religioso que tiene.
“Aunque la lluvia de estrellas se desplazó un día, en Tahmek crece la devoción hacia San Lorenzo, diácono martirizado y quemado en una especie de parrilla, en Roma, el 10 de agosto de 258 dC, por orden del emperador Valeriano”, acotó.
Lo mismo ocurre en Yobaín y Tahdziú, donde la gente del lugar baja al santo de su nicho para efectuar la tradicional procesión.
GC
