En las últimas fechas se han hecho más frecuentes los avistamientos de cocodrilos en zonas urbanas, tanto cerca de Sendero Jurásico como en los terrenos invadidos de Chicxulub Puerto, lo cual mantiene en alerta a las personas ante un posible ataque.
Casos similares se han dado en el puerto de San Crisanto, del municipio de Sinanché, en donde los vecinos de las zonas Centro y Poniente han reportado la presencia de estos reptiles muy cerca de sus viviendas, por el aumento en el nivel de las aguas en lo que en su momento fueron charcas salineras.
En lo que respecta al puerto de Progreso y sus comisarías, en fechas recientes se han detectado varios cocodrilos en sitios habitados. Uno caso reciente fue el avistamiento de uno debajo de un vehículo, además de un ejemplar nada libremente en la zona de la Draguita.
Esta cercanía entre los pobladores y los saurios se debe a la invasión del hábitat natural de estos animales, ante la insistente actividad en el relleno de ciénega llevado a cabo por vecinos de esta comunidad, con el objetivo de tener espacios para construcción de viviendas de forma irregular.
Con ello se han invadido los terrenos de caza de muchos animales, que una vez desplazados, regresan posteriormente para tratar de seguir subsistiendo, pero en sitios donde ya habitan humanos.
En el caso del Sendero Jurásico, el espacio que fue rescatado de ser un basurero conocido como antigua carretera de Chicxulub, y que comprendía un espacio de camino abandonado, está preparado para mantener a dichos animales a raya sin afectar aún más su hábitat, por lo que no representan ningún riesgo, según los trabajadores del lugar. No obstante, la presencia de los cocodrilos sigue llamando la atención.
Integrantes de grupos ecologistas de este puerto comentaron que la acción humana ha provocado diversos daños en los ecosistemas de los humedales, debido a la destrucción de manglares, obstrucción de pasos de agua, y el desplazamiento y daño a la fauna local, por lo que la presencia de cocodrilos en estas zonas es algo normal y natural, tomando en cuenta que el ser humano ha sido quien ha invadido su casa y no al revés.
Por otra parte, en el puerto de San Crisanto, los habitantes consideran como mascotas a los cocodrilos que han avistado, a pesar de no darles alimentos. Explicaron que cada vez que la ría comienza a subir de nivel, los saurios se acercan a los espacios habitados por humanos, y son varios cocodrilos los que acechan detrás de sus casas.
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En la ría que está a espaldas de la telesecundaria, y que a su vez conecta con el manglar, se ha visto alrededor de seis ejemplares de diversos tamaños que nadan y toman el Sol durante varias horas, en especial por las mañanas y por las tardes. Al estar la charca a unos cuantos metros de los traspatios, los vecinos prefieren no acercarse de más por temor a ser atacados.
Asimismo, en la zona Centro de este puerto, los habitantes indican que han visto a un ejemplar de aproximadamente un metro y medio de largo paseándose en la ría, y creen que pudo haber pasado de las charcas hasta llegar a este lugar que está cerca del campo ejidal.
A pesar de todo, poco a poco la gente de este puerto se ha acostumbrado a la presencia de estas especies, pero aseguran que no buscan convivir con ellas para evitar que se acostumbren, refiriéndose a alimentarlos, evitando así que puedan acercarse más de lo normal, para que no vayan a darles un susto.