Delegados de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy) denunciaron ayer nuevas irregularidades en la gestión del diputado Esteban Abraham Macari al frente de la organización: el Centro de Mejoramiento Genético no sólo es un “elefante blanco”, sino también un potencial filete inmobiliario.
Se trata de un terreno de ocho hectáreas donde se instaló el Centro, inicialmente libre de gravamen, que pronto fue hipotecado por el diputado panista, por un monto de dos millones de pesos, al Fondo de Crédito Agropecuario y Pesquero de Yucatán (Focapy), pero no ingresó el dinero a la Unión.
Además, a pesar del dinero que se empleó para montarlo, el Centro de Mejoramiento Genético en Tizimín no ha beneficiado a los ganaderos como se planeó. Inaugurado en noviembre del 2023, fue presentado por el falso indígena panista como el primero de su tipo en el Sureste, con una inversión total de 44 millones de pesos provenientes de la Federación, el Gobierno estatal y los de los propios ganaderos.
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Sin embargo, el Centro no cumplió con sus objetivos y se ha convertido en un elefante blanco. Lo más preocupante es la presunta intención de Abraham de apropiarse del terreno que alberga el proyecto. Existen sospechas de que, a unos meses de dejar la presidencia de Ugroy, el diputado panista planea quedarse con este codiciado predio.
Los ganaderos exigen transparencia sobre el fideicomiso creado por Macari, ya que se teme que los beneficiarios sean familiares, amigos y aliados políticos del dirigente. Los entrevistados acusan al legislador de engañar a la comunidad ganadera, como antes intentó engañar al electorado del Distrito 01, cuando se inscribió como candidato indígena de la comunidad Xpanha Toro, para obtener apoyos y usurpar el lugar que correspondía a un maya. Su falsedad le costó una derrota en las urnas, el 2 de junio pasado, frente a la morenista Rocío Barrera Puc.
De acuerdo con las fuentes de POR ESTO!, inicialmente el proyecto comenzó en el periodo del expresidente de la Ugroy, Luis Cepeda Cruz, como un Centro de Subasta Ganadera. Después, con el apoyo de funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado (Seder), Abraham Macari lo transformó en un Centro de Desarrollo Genético.
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Más tarde, como parte de su maquinación, creó un fideicomiso con un aporte inicial en efectivo más las escrituras del terreno, para alcanzar los 20 millones de pesos. Invitaron de manera discreta a algunos socios a participar en el fideicomiso, quienes aportaron 10 millones de pesos adicionales. El Gobierno federal contribuyó con 5 millones de pesos y la Asociación de Criadores de Ganado de Registro, bajo la presidencia de Salvador Pérez Arjona, aportó 3 millones de pesos, que no se registraron en la contabilidad.
Resalta que algunos de los fideicomisarios sean familiares del exsecretario de Desarrollo Rural, Jorge Díaz Loeza. Una vez concluido, se espera que estos fideicomisarios se queden con el terreno y la construcción.
Dado el creciente número de irregularidades, los socios ganaderos demandan claridad sobre el fideicomiso Alpes y exigen conocer quiénes lo integran. Para más información, se puede consultar el folio electrónico 163907 en la página del Instituto de Seguridad Jurídica Patrimonial de Yucatán (Insejupy).
Como informamos el sábado pasado, delegados de la Ugroy destaparon presuntas irregularidades en la gestión de “El Macarito” en ese gremio ganadero, entre las que destaca la “desaparición” de una máquina para a producción de silos de maíz, con un precio oficial de 20 millones de pesos, así como del desvío de 700 mil pesos mensuales en su campaña como “candidato indígena” a diputado federal.
GC