A pesar de las restricciones por la emergencia sanitaria por el coronavirus, la cifra de homicidios en Yucatán ya superó a los registrados el año pasado y está a uno de igualar a los ocurridos en el 2018, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública de las autoridades policiales.
A pesar de ello, la entidad tiene la tasa de crímenes más baja de todo el país, con 2.1 por cada 100 mil habitantes. Hasta ayer sábado se registraron 45 crímenes y aún está por confirmarse el de Tecoh, una cifra que superó por 12 a los suscitados el año pasado, cuando a lo largo de todo el año hubo 33 homicidios dolosos.
Se tiene una efectividad del 82% en el número de casos resueltos, el otro 18% está bajo investigación.
Durante el 2020, que fue un año atípico, se registraron siete feminicidios, dos infanticidios, aunque la mayoría de los homicidios fue por viejas rencillas.
En este 2020 se registraron seis homicidios con arma de fuego, lo que equivale al 13.3%, 18 con arma blanca, lo que equivale al 40%, y 10 con madera o piedra, que representa el 22.2%, el resto de los homicidios no se especificó el tipo de arma.
En Mérida, la capital del Estado, se cometieron 31 de los homicidios, es decir, el 68%, en la zona Sur y Poniente es donde ocurrió el mayor número.
En 11 municipios de Yucatán, se registró al menos un homicidio durante este 2020 que está a menos de una semana para concluir, sin embargo, Kanasín, Tizimín, son los municipios que después de Mérida, han registrado la mayor cantidad.
Durante el presente año tres son los crímenes que más han conmocionado a la sociedad de Yucatán.
En julio pasado, Izael D.C., apodado “El Caníbal de Yucatán”, mató a Roberto F.A., a quien había contactado por medio de las redes sociales.
El presunto homicida lo invitó a su casa en la colonia Leandro Valle, presuntamente luego de sostener un encuentro amoroso, éste lo mató.
El sujeto, con antecedentes violentos, lo desolló, se comió parte del cuerpo y otra la ofreció en venta a través de redes sociales.
Los restos los arrojó a un pozo, los familiares de la víctima iniciaron una campaña de búsqueda a través de las redes sociales.
Los vecinos reportaron olores pestilentes que salían de un terreno ubicado frente a la casa del inculpado. Finalmente fue detenido, está a la espera de su juicio.
En agosto Fernanda I.M., de 21 años de edad, activista, fue asesinada de dos balazos por su ex pareja Enrique N.H. en Residencial Pensiones, tras el crimen el hombre se suicidó con la misma arma de un balazo en la cabeza.
El crimen ocurrió porque la joven se negó a retomar la relación tormentosa.
El homicidio generó un descontento generalizado, se organizó una megamarcha en Paseo de Montejo para exigir un freno a la violencia contra la mujer.
El 1 de septiembre, en el fraccionamiento Magnolias de Chuburná, se registró una de las mayores tragedias de los últimos años.
Una mujer con esquizofrenia, quien por la pandemia había suspendido su tratamiento, en una crisis por su condición mató por la vía del ahorcamiento a su hijo de tres años de edad y luego se suicidó.
Los cuerpos fueron descubiertos por el esposo y padre del infante. El hecho, generó consternación entre la sociedad.