Un operativo más dentro de la actual "fiebre del pulpo" ocurrió cuando se encendieron las alarmas en varias dependencias que intervinieron en el traslado por y tierra de un pescador oriundo de la ciudad y puerto de Progreso.
Este incidente se desató durante las primeras horas del día, cuando desde el sistema radial de un buque de grandes dimensiones, llevó un mensaje a la sala de control de mando a cargo de la Secretaria de Marina a través de la décima tercera zona naval con base en Yucalpetén.
Enseguida, se emprendió una ruta de búsqueda y rescate por medio de un vehículo tipo "Defender" para llegar hasta una embarcación de navegación mayor de nombre “Axel Alexander” donde uno de los tripulantes presentaba problemas en su organismo.
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De esta manera, elementos provenientes de la estación naval de búsqueda, rescate y vigilancia marítima (ENSAR) del organismo citado, ameritaron hacer un recorrido a velocidad alta por vía marítima hasta llegar al barco, cuya ubicación era a más de 20 millas náuticas del puerto de Progreso, específicamente a la rectitud de la comisaría de Chicxulub.
A pesar de que el personal de sanidad naval proporcionó primeros auxilios, se determinó que sea llevado a tierra el hombre de mar, culminando de esta forma su actividad dentro del tercer viaje que emprendía para mejorar su estabilidad económica con la pesca del cefalopodo.
En la zona naval aguardaba una unidad de la Cruz Roja delegación Progreso para llevar a un nosocomio a un masculino identificado como R.C.L., de 41 años de edad, ampliamente conocido en el circuito pesquero de mayor y menor navegación.
A pesar de que en un principio se informó que la causa de la salud vulnerable del pescador mencionado eran síntomas de descompresión, en los partes oficiales se especificó que este abandonó el buque, donde se encontraba por sufrir problemas respiratorios.
A pesar de que el hombre llegó con vida a un hospital del municipio para emprender su respectiva rehabilitación, el suceso provocó consternación entre el circuito pesquero que nuevamente vio a un agremiado más, tener su integridad en total peligro ante los riesgos que implica embarcarse más de veinte días en un buque de navegación mayor.
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LV