
Un par de incidentes mancharon la jornada de playa en Progreso que se tuvo este jueves como días previos a unas vacaciones de Semana Santa, donde el factor seguridad será primordial para que no se descontrolen días de afluencia cercanos a las 100 mil visitantes en toda la costa del municipio.
Una de estas situaciones se registró alrededor de las 2 de la tarde cuando una mujer de aproximadamente 30 años de edad comenzó a causar miedo en los turistas nacionales y extranjeros, pues en la zona de playa, bajo los efectos de alguna sustancia se acercaba a las mesas de los pocos comensales que estaban ahí para pedirles monedas de manera agresiva.
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Parte de lo que distinguió a esta joven es que portaba en una de sus manos una botella de “Tonayán”, aguardiente que suele ser consumido por varios indigentes de constante concurrencia en el malecón tradicional y la prolongación del internacional.
Tras ignorarla, todo parecía estar en orden hasta que la mujer se acercó a un menor de aproximadamente siete años de edad que jugaba en la orilla del mar con su madre, lanzando la mujer alcoholizada un manotazo que estuvo a punto de impactar al infante de origen canadiense.
Esto fue motivo suficiente para que trabajadores y turistas extranjeros comenzaran a llamar a las autoridades, mientras que la madre e hijo que estuvieron a punto de ser agredidos tomaron camino apresurado a la vía de circulación del malecón “Romeo Frías Bobadilla”.
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La autoridad con integrantes de los escuadrones femeniles de la DSPT, hicieron acto de presencia, originándose una persecución en la playa para dirigir a la mujer rumbo a la calle 19 por 80 donde ya aguardaba una patrulla para llevársela a los separos por los disturbios que generó.
Las miradas no faltaron entre visitantes y trabajadores del rumbo que en cuestión de minutos siguieron con sus teléfonos móviles el encuentro entre la mujer y varios policías municipales, la mayoría de ellos siendo agredidos con patadas por la mujer acusada, hasta que se logró colocarle las esposas para consignarla 48 horas a la cárcel pública.
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GC