Un jovencito veinteañero no midió las consecuencias de sus actos al tomar la camioneta de su familia y circular a través de una de las avenidas más concurridas de Progreso con el celular en la mano, desatando una carambola con incontables daños materiales.
Todo se originó cuando una camioneta Dodge color roja con placas del estado de Yucatán yxn-171-E, circulaba sobre la calle 31 a una velocidad aproximada de cincuenta kilómetros por hora; sin embargo, su guiador estaba distraído a través del teléfono móvil como dictaron varios testigos que estaban a las afueras de sus domicilios.
Justo en el cruzamiento con la calle 98 y 96, se escucharon una serie de ruidos que originaron que la atención se centrara en el vehículo mencionado, pues el conductor fue el responsable de los golpes que propinó a un par de vehículos que se encontraban estacionados en esa esquina.
Los afectados fueron un auto Volkswagen también de color rojo, pero con placas locales ZCE-912-B, mismo que se llevó la peor parte entre todas carrocerías involucradas. El otro carro era de color gris, de la marca Chevrolet tipo “Spark”, cuya matrícula era ZCM-603-D.
Ambos vehículos tuvieron daños en los costados donde se ubica el conductor, debido a que minutos previos a los choques, la camioneta Dodge se encontraba circulando con dirección al oriente de la ciudad, siendo escasos metros los que le faltaban al joven para llegar a la zona centro de la cabecera municipal.
El automóvil Volkswagen tuvo abolladuras en su costado izquierdo y varios cristales rotos, incluso terminó sobre la escarpa de la calle. El automóvil de la marca Chevrolet se llevó varios rayones sobre el mismo costado, aparte de que parte de la defensa trasera acabó en el pavimento.
Los reclamos del conjunto vecinal no se hicieron esperar, sobre todo porque el muchacho causante de los desperfectos mantenía una actitud callada al no poder creer lo que había desatado. Para mantener el control se tuvo el apoyo de una cuadrilla de la dirección de seguridad pública y tránsito municipal.
Por fortuna, no hubo heridos dentro de este suceso, por lo que no se requirió el apoyo de socorristas de la Cruz Roja o la SSP, cuyas unidades se encontraban en esos momentos operando y realizando traslados a un par de lesionados por armas blancas que sufrieron en sus respectivas comisarías que habitan.
Con el gentío que salió a ver lo ocurrido, al conductor novato no le quedó más que detenerse al final de la cuadra del infortunio, bajando en estado nervioso para hacerse cargo de lo que desató, siendo inevitable un severo regaño cuando llegaron sus familiares y allegados.
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JG