Un ahogado más se registró en este puerto, en esta ocasión con un joven menor de 35 años que representa la víctima más joven en lo que va del año en sucumbir ante las olas agresivas que comienzan a formarse a partir de la tarde en las jornadas dominicales de playa.
El suceso ocurrió alrededor de las seis de la tarde cuando el hombre fue avistado el cadáver saliendo del mar, esto a rectitud de la calle 72, a la vista de trabajadores y otros turistas, entre los que se encontraban menores de edad que apenas supieron que un hombre muerto se encontraba cerca de ellos salieron fuera del agua.
Al ver la condición del hombre y notar que mantenía posibles signos de vida, entre los mismos bañistas optaron por aplicar los primeros auxilios, aunque no contaban con que sus esfuerzos resultaban inútiles, ya que el sujeto había perdido signos vitales en su totalidad.
Aun así, varios meseros dejaron sus ocupaciones para salir a la vía de la calle 19 en busca de la policía mientras otros colaboradores de los restaurantes marcaban a las bases policiacas y de la cruz roja, cuyos elementos llegaron a la brevedad para atender el caso.
A pesar de la llegada en corto tiempo, como se mencionó, el masculino de aproximadamente 30 años de edad ya no respondía a ningún estímulo, por lo que se constató su muerte y se acordonó el área ante la mirada atónita del personal de dicha zona.
Tal como dicta el protocolo, el cuerpo fue cubierto con una manta y se procedió a asegurar la zona con al menos cinco metros a la redonda, siendo imposible el paso a las decenas de curiosos por la colocación de conos y cinta amarilla precautoria.
Lo grave de la situación es que el hombre se encontraba sin alguna identificación o familiares que pudieran ayudar a conocer su origen, por lo que este occiso permanece por el momento en calidad de desconocido, aunque siguen las investigaciones por vía de autoridades policiacas.
También trascendió que se manejaron dos teorías, una indicó que el ahora fallecido se encontraba bajos las influencias del alcohol, por lo que al meterse al agua perdió el conocimiento y resultó inútil su lucha contra una marea agresiva y con ráfagas de viento de casi 50 kilómetros por hora.
Por otra parte, incluso se dijo que el joven nunca fue visto en la orilla de la playa caminando como se mencionaba, sino que era un pescador de una embarcación que estaba en calidad de desaparecido cerca del litoral oriente desde hace varios días.
El último caso de estos se presentó hace menos de un mes, cuando un adulto mayor de la ciudad de Mérida se adentró en estado etílico al mar y falleció también en medio de una jornada dominical que se realizaba sin ninguna novedad en el ámbito de la seguridad.
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AN