Los accidentes en Progreso, Yucatán, siguen generando traslados en ambulancia y operativos de seguridad por medio de la policía municipal. Justo en el cuarto día del año, se registró la primera mujer en padecer un percance vehicular a bordo de su motocicleta, cuando permanecía circulando en el poniente de la ciudad.
Fue identificada como T.L.M., de 42 años de edad y con oficio de repartidora. Siendo este tipo de actividad el que realizaba a través de las colonias “Vicente Guerrero” y “Nueva Yucalpetén”, alrededor de la una de la tarde, a tan solo un par de horas de culminar su jornada.
La tragedia ocurrió cuando la repartidora se encontraba en la calle 35 rumbo al puerto de abrigo y la prisa no le permitió tomar distancia con una motocicleta adaptada al poblador Gerson “N”, quien padece una discapacidad que lo mantiene en silla de ruedas.
Ambos permanecían en la misma dirección, pero la nula distancia mencionada y las intenciones de doblar a mano izquierda en el cruzamiento con la calle 126, repercutió para que la trabajadora de la cocina económica se estrelle contra la parte trasera del vehículo que tenía enfrente.
El sonido del golpe entre las carrocerías preocupó a vecinos y trabajadores de congeladoras aledañas a este punto, por lo que salieron a la vía pública para toparse a la mujer acostada boca arriba mientras lloraba por dolor en diferentes extremidades.
El otro involucrado por fortuna no tuvo ninguna lesión, sin embargo, al ver el estado de la motociclista, entró en una crisis nerviosa, obligando a los testigos a llamar a la dirección de seguridad pública y tránsito municipal, cuya base se encuentra a escasos metros de la colonia “Nueva Yucalpetén”.
La llegada de los elementos policiacos se dio enseguida para cerrar el área donde también llevaban a cabo su trabajo los socorristas de la base porteña de la Cruz Roja, determinando que la afectada requería un traslado rumbo a un hospital de la ciudad de Mérida debido a posibles lesiones en la tibia y peroné, así como también en la espalda.
Una situación fuera de lo común sucedió en el lugar de los hechos, cuando un adulto mayor se acercó para poner música cristiana para ayudar a la mujer mientras se iba a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja. Lastimosamente, recibió una reprimenda de un elemento de la DSPT que lo invitó a salir lejos de la escena; sin embargo, el abuelito se defendió argumentando que estaba rezando por la trabajadora.
Allegados a la lesionada y el otro conductor permanecieron en el lugar de los hechos llegando a un arreglo, siendo también factor que se tomaron protocolos por vía del departamento de peritos municipales. Una vecina del rumbo, otorgó un vídeo donde se comprobaba como fueron los hechos.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JG