La mañana de ayer, elementos de la Guardia Nacional y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente revisaron y clausuraron un predio en donde funcionaba un presunto aserradero clandestino, ubicado en la colonia San Juan de Dios, en la calle que sale hacia la comisaría de Pencuyut.
Por el momento no se tiene información oficial de estas acciones, y ninguna de las dos dependencias mencionadas han hecho públicos comunicados que amplíen los datos al respecto de la acción realizada este jueves.
Sólo se tiene conocimiento de que en punto de las 9:00 horas, personal de la Profepa llegó a la calle 56 de la colonia mencionada, apoyándose con elementos de la Guardia Nacional como fuerza pública, y se realizó la revisión a un terreno al cual se accede por un portón metálico.
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El movimiento de las autoridades llamó la atención de los vecinos, y por más que estos preguntaban a los uniformados de qué se trataba, por el temor de que fuera un hecho delictivo mayor, no se les proporcionó información de lo que acontecía en su colonia.
Debido a la presencia de trabajadores de la Profepa, comenzó a mencionarse entre los habitantes del rumbo que se trataría de un aserradero clandestino, pues constantemente han visto que entren al lugar vehículos con troncos y maderas de gran tamaño.
Sin embargo, no hubo en el sitio información que permitiera confirmar la versión, y tras concluir con las revisiones y colocar sellos de clausura en el portón de acceso al terreno, las autoridades se retiraron.
Se observó que la acción quedó registrada en el expediente PFPA/YUC/056/FOR/2024, y aunque se revisaron los reportes oficiales de la Guardia Nacional y de la Profepa, a través de sus sitios oficiales en Internet, no se encontró el boletín correspondiente a este operativo en Tekax.
La gente de la zona lamentó que las autoridades no les dieran información de lo que hacían ahí, pues si bien un operativo debe realizarse con la mayor discreción en cuanto a los datos que salen a la luz durante su desarrollo, a fin de no entorpecer las indagatorias, el intenso movimiento de uniformados fuertemente armados causó temor entre muchas personas, que primero pensaron que se trataba de algo relacionado con el narcomenudeo, pero tras ver los vehículos de la Profepa comprendieron que era algo ambiental.