Cuando menos 10 máquinas tragamonedas, de las también conocidas como casinitos, fueron aseguradas de un establecimiento ubicado enfrente del mercado municipal Donato Bates en Valladolid.
La acción fue llevada a cabo por agentes de la Fiscalía General de la República, contándose con el apoyo del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional como fuerza pública, mientras que agentes de la Policía Municipal aseguraron el perímetro para dar vialidad a los guiadores que transitaban por esa zona.
El establecimiento se localiza en la calle 32 entre 35 y 37 del barrio de Santa Ana, sector que fue cerrado al paso vehicular mientras las autoridades federales hacían su trabajo, revisando el lugar, notificándose al encargado o propietario, y explicando que no se contaba con los permisos para que pudieran funcionar esos casinitos.
De acuerdo con las autoridades, las máquinas tragamonedas que se encuentran instaladas en lugares sin autorización de la Secretaría de Gobernación son ilegales, pues al estar el alcance de cualquier persona, representan “una fuente de corrupción de menores, su uso no es un juego, es una adicción que abre la puerta la delincuencia”.
Se ha mencionado que detrás del uso e instalación de este tipo de máquinas existe una amplia red de delincuencia organizada, y de acuerdo con información obtenida a través de la Secretaría de Gobernación, estas máquinas, a nivel nacional, generan un ingreso aproximado de 600 millones de pesos semanales.
Las 10 máquinas fueron aseguradas por la autoridad federal, y se prevé que tras concluir las investigaciones serán destruidas. Sin embargo, vecinos de esta ciudad comentaron que dichos equipos están instalados en decenas de tiendas sin que haya alguien que regule su funcionamiento. Por ello, consderan que esta reciente acción de las autoridades no representa un gran daño para los propietarios de los casinitos.