Los delitos cibernéticos más comunes en el Estado son la extorsión, fraude, incluso el secuestro virtual. Sin embargo, la suplantación de identidad ya es otra manera en la que los criminales se aprovechan, en muchos casos, de la buena fe de la gente.
Es lo que sufrió Juan M.C., quien ha visto que sus dispositivos electrónicos han sido intervenidos, incluso su recibo de luz se ha visto afectado por el mal uso de sus datos.
Le compartió a POR ESTO! que todo se derivó de la sustracción de su teléfono celular, pero que, además, habría sido perjudicado por personas de su círculo cercano de su medio laboral.
Explicó que trabajó en una empresa de seguridad, que ofrece sus servicios en la Privada Residencial Cocoyoles. Ahí conoció a un compañero vigilante, al que identificó como Felipe M., y a Maribel E., encargada de la limpieza, de quienes empezó a sospechar, especialmente por los reiterados depósitos que hacía la segunda.
Noticia Destacada
Ciberdelitos aumentan un 14% en Yucatán en diciembre; robo de identidad, fraude y cobro de piso, entre ellos
El caso es que, al poco tiempo del mencionado robo, ya no fue capaz de entrar a sus cuentas de Google y de redes sociales. Después le llegaron recibos con excesivo consumo.
Lo más raro del asunto es que pudo averiguar que su domicilio aparece como la dirección de una empresa de nombre Lizam Comercial, cuya sede aparece originalmente en Bacabchén, Campeche.
De igual manera, se dio cuenta de que dispositivos de wifi como su pantalla, tenían configuraciones que él no había activado.
También recibió varias llamadas desconocidas, principalmente de los números 9961 101376 y 9961 04 74 43. Y lo peor fue cuando una supuesta tía lo contactó vía WhatsApp y luego le pidió dinero, porque su hija había sufrido un percance.
Noticia Destacada
Revelan nuevas formas de estafa en Yucatán: Usan rifas, secuestros y robos de identidad para robar
Los delincuentes lo engañaron y él depositó 5 mil pesos, y sus familiares, a los que igual contactaron, otros tantos miles.
La unidad de delitos cibernéticos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) señala que en estos casos de fraudes por WhatsApp se derivan de los descuidos de los usuarios, que abren alguna liga o correo y ahí les hackean sus cuentas.
Sin embargo, Juan M.C. estaba más expuesto porque los criminales se hicieron de toda su información personal al quitarle su teléfono. Por lo pronto, interpuso una denuncia en la Fiscalía este año, primero el 4 de julio y recién el 19 de noviembre.