Hasta en el último rincón de la geografía estatal, los campechanos acudieron ayer sábado a los panteones, ya sea en mayor o menor medida, para recordar a sus seres queridos que ya fallecieron. En el llamado Día de Todos los Muertos, ayer dos de noviembre se celebraron misas en diversos camposantos para pedir por las almas de los fieles difuntos, la afluencia de la feligresía fue regular, en comparación con años anteriores.
Algunos cementerios sí lucieron abarrotados por familias que llegaron a orar por sus muertos. La misa fue un momento de reflexión y consuelo para quienes encontraron paz, en la compañía de otras personas que también compartían su dolor y añoranza por quienes ya no están en el mundo de los vivos.
Aquí en la capital del Estado, el obispo de Campeche encabezó una misa multitudinaria en el cementerio de San Román, ahí señaló que la vida del hombre no termina con la muerte; y destacó que aunque la tradición del Día de Muertos no está muy arraigada entre las nuevas generaciones, “Todavía hay muchas personas que rezan por las benditas ánimas del purgatorio, piden misas, rezan rosarios, hacen sacrificios”, expresó.
Sin embargo, ni las sombrillas, gorros y lentes que llevaron las y los campechanos fueron suficientes para sofocar el intenso calor que provocó que una mujer se desmayará y cayera al piso, llevándose a tres mujeres más, aunque ninguna salió herida y fueron atendidas por personal de Protección Civil y Policías Estatales.
Camino Real
Por otra parte, en el cementerio general de Pomuch, perteneciente al municipio de Hecelchakán, el presbítero Fernando Mex Colli encabezó la misa tradicional para la bendición de las tumbas.
Las familias llegaron con sus flores y veladoras para depositar a sus difuntos, mientras que turistas nacionales y extranjeros, documentaban cómo las ministras de la iglesia bendecían las criptas, bóvedas y osarios.
En el panteón municipal de Dzitbalché, se llevó a cabo una emotiva misa en honor a los fieles difuntos, con una gran afluencia de familias que llegaron desde diferentes partes del Estado y la región meridana, la cual fue oficiada por el párroco Juan Carlos Centeno Cruz, quien invitó a las familias a recordar siempre a sus seres queridos que se han adelantado al descanso eterno, por lo que llamó a las familias a mantener viva la memoria de sus seres queridos.
Los Chenes
En Hopelchén, alrededor de 300 personas asistieron a la misa de Todos los Santos o Misa Post Morten que por sexto año consecutivo se hizo afuera del cementerio, el cual encabezó el presbítero de la Parroquia de San Antonio de Padua, Carlos Vivas Hernández. En su mensaje conminó a los feligreses a no cansarse de buscar el bien, e indicó que las personas que murieron interceden igual por los que están en esta tierra.
Al término de la misa, el sacerdote recorrió las cinco secciones del cementerio y bendijo las tumbas, criptas y gavetas. También hubo celebraciones religiosas en los cementerios de Dzibalchén, Bolonchén de Rejón, Ukum e Iturbide, al igual que en algunas comunidades rurales del municipio.
Champotón
En cementerio antiguo de Champotón la misa de los difuntos comenzó a las 11:00 de la mañana a cargo del padre Martín Mena Carrillo, párroco de la parroquia de Nuestra Se- ñora de las Mercedes, quien ante los creyentes, reflexionó sobre la muerte, destacando que este proceso no es una pérdida, sino una ganancia.
En el camposanto “La Cruz”, la misa de los fieles difuntos se llevó a cabo al filo de las 8:00 horas de la mañana a cargo de padre Lázaro Hernández, quien destacó que la iglesia se compone de los fieles que viven en la tierra y lo que han pasado a la vida eterna. La afluencia en este camposanto de la ciudad, fue relativamente mayor que la que hubo el pasado primero de noviembre. Los camposantos estarán abiertos toda la noche, según los encargados.
Saldo blanco
La presencia de policiaca ha permanecido en estos lugares donde hasta ahora no se ha reportado algún percance.
Cabe destacar que algunas familias que acudieron a los camposantos del Estado lamentaron que haya bóvedas en el olvido, las cuales con el paso de los años los nichos se han deteriorado, además de que hace falta mantenimiento y más orden por parte de las autoridades.