
En toda la región de Sabancuy existen alrededor de 300 apicultores que cada año ponen sus esperanzas en la temporada de cosecha de miel, sin embargo, el precio que les empezaron a pagar el kilo fue de 30 pesos, lo que consideran muy bajo, ya que les deja pocas ganancias.
José Antonio de la O. Cruz dijo que la temporada de cosecha de miel actualmente es regular, razón por la que el precio que les ofrecen pagar es muy bajo y nada más les dan 30 pesos por kilo, cuando en años pasados se las compraban hasta en 50 pesos.
Comentó que un apicultor cosecha alrededor de mil kilos de miel en una buena temporada, sin embargo, el valor con que se las compran ahora les perjudica bastante, ya que el comerciante vende mucho más caro el dulce en otras partes y sí le ganan.
“Ahora está muy barato el kilo en comparación con los gastos que tienen los apicultores durante la temporada, ya sea en la producción porque tienen que proveerle alimento a las abejas, o durante la cosecha, pues no siempre hay buena floración para que ellas salgan a polinizar”, dijo.
El apicultor lamentó que los compradores no le den el valor necesario al producto, pues creen que porque tienen las colmenas le va bien a los apicultores, cuando en realidad atraviesan por muchos problemas para conservar a las abejas y no mueran, se las roben o emigren a otros campos en busca de alimento y no vuelven.
“Lo que se necesita es que nos compren la miel a mejor precio, ya que cada año pasa lo mismo y no vemos ganancias”, comentó.

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José Antonio señaló que todo el año tienen que cuidar sus apiarios donde están sus colmenas y buscar que haya buena vegetación cerca, para que las abejas tengan donde ir a conseguir el néctar de las flores, por ello es muy importante el clima, para tener buenas cosechas, porque si llueve mucho les perjudica, pero si la sequía es intensa también les afecta.
Comentó que afortunadamente los frentes fríos han generado algunas lluvias y eso beneficia con buena vegetación, “las plantas pueden florecer más rápido y las abejas se alimentan bien, pero si hay sequía o nada de flores hay que buscarles un medio para qué comen y produzcan la miel, pues se pueden morir”.
Sin embargo, reiteró que pese a las dificultades en la conserva de las colmenas logran salir adelante, pero el tema del precio que les pagan por la miel es lo que no le agrada a ningún apicultor.
Recordó que en los últimos años el precio bajó de los 50 pesos y ahora está hasta los 30 pesos el kilo, lo que consideran injusto porque su miel es de buena calidad y los productores no quieren venderla barata, pero lo que lamentan es que no hay más compradores y no les queda de otra que ofrecerla a quien se las pida para que no se les quede, ya que necesitan reponer la inversión para vivir.
Finalmente, dijo que en la región se han deforestado muchas hectáreas de árboles dejando asolados los campos, por eso los apicultores tienen que mover sus apiarios cerca de la vegetación, cosa que los compradores no ven al momento de regatear la miel.