La guerra entre Israel y los grupos palestinos ha dejado un saldo devastador. Según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, al menos 39 mil 6 personas han fallecido desde el inicio del conflicto, que hoy cumple 290 días. Este enclave, controlado por el movimiento Hamás, considerado terrorista por la Unión Europea y otros países, también reporta 89 mil 818 heridos desde el comienzo de la guerra.
En las últimas 24 horas, se han registrado 23 muertes y 91 heridos adicionales debido a los bombardeos israelíes. Además, miles de cadáveres permanecen atrapados bajo los escombros, inalcanzables para los equipos de rescate debido a la intensidad de los ataques.
En un desarrollo reciente, el Ejército israelí ordenó la evacuación de la parte oriental de la "zona humanitaria" de Mawasi y de barrios al este de Jan Yunis, en el sur del enclave, dirigiendo a la población al flanco occidental de Mawasi en la costa mediterránea. Esta área, donde más de un millón de personas ya viven en condiciones de hacinamiento y sin servicios básicos, está siendo utilizada por Hamás para lanzar cohetes hacia Israel, según información de inteligencia israelí.
Horas después de la orden de evacuación, los ataques israelíes comenzaron en Jan Yunis, resultando en la muerte de al menos 37 palestinos, incluidos seis menores.
Hospital Nasser al límite
El hospital Nasser en Jan Yunis, uno de los pocos operativos en la zona, ha recibido 36 heridos recientes. Sin embargo, el hospital está al borde del colapso debido a la falta de equipos médicos y personal adecuado para manejar la afluencia masiva de heridos.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Khalil Al Dakran, ha solicitado urgentemente la reapertura del Hospital Europeo, evacuado el pasado 2 de julio tras intensos bombardeos israelíes.
Medios palestinos también informan de la muerte de dos gazatíes en la zona de Al Dawa, al norte del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, debido a ataques aéreos israelíes.
Con casi 10 meses de conflicto, la Franja de Gaza se encuentra en un estado de devastación e inhabitabilidad, con una población que enfrenta hambre y desesperación creciente. La comunidad internacional sigue observando con preocupación mientras la guerra continúa sin un final claro a la vista.
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