El Papa Francisco celebró una misa este jueves 12 de septiembre de 2024 en Singapur, donde destacó que detrás de cualquier obra humana lo más importante es "el amor que construye". La ceremonia se llevó a cabo en el imponente estadio cubierto de la ciudad, con una capacidad limitada debido a la gran cantidad de peticiones para asistir, lo que llevó a que se realizara un sorteo entre los fieles.
En Singapur, una ciudad multirreligiosa con más de cinco millones de habitantes, aproximadamente el 20 por ciento de la población es cristiana, mientras que los budistas representan el 43 por ciento, los musulmanes el 14 por ciento y hay también una pequeña comunidad hindú. La Iglesia Católica cuenta con 176 mil fieles en el país.
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Francisco recorrió el estadio en un carrito de golf, donde fue recibido con entusiasmo por decenas de niños que se acercaron a él para recibir caramelos y rosarios. Durante su homilía, el papa reflexionó sobre las grandes y audaces arquitecturas que destacan en Singapur, señalando que detrás de cada construcción "no está en primer lugar el dinero, la técnica o la ingeniería", sino "el amor, el amor que construye".
El pontífice explicó que no existe obra buena sin personas que, aunque brillantes o creativas, sean también frágiles, y que sin amor "no hay vida, ni impulso, ni razón para actuar". Afirmó que ninguna de las grandes obras en la ciudad habría sido posible sin el esfuerzo de madres, padres, profesionales y trabajadores, quienes con su amor impulsan el progreso.
El papa Francisco y su llamado a la justicia social en Singapur
Por la mañana, antes de la misa, el papa Francisco se dirigió a las autoridades de Singapur para hacer un llamado a favor de los trabajadores migrantes. En la ciudad, cerca de un millón de personas migrantes viven segregadas y apartadas de la sociedad. Francisco abogó por salarios dignos y un trato justo para estos trabajadores, que son esenciales en el desarrollo económico del país.
En Singapur, uno de los países más ricos del mundo, donde se concentra uno de los mayores números de millonarios, el papa advirtió sobre la ilusión de creerse autores de la propia riqueza o bienestar. "Sin amor, no somos nada", recalcó, al subrayar que el éxito material sin un sentido profundo de humanidad carece de valor.
Una visita histórica a Singapur
La visita del papa Francisco a Singapur es parte de un viaje de 12 días que ha abarcado varios países de Asia y Oceanía, incluyendo Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental. Se trata de uno de los viajes más largos de su pontificado, y su paso por Singapur marca un hito histórico, ya que es solo el tercer papa en visitar la ciudad-Estado, después de Pablo VI y Juan Pablo II.
El jueves 12 de septiembre, el papa concluyó su agenda en Singapur con la misa en el estadio cubierto, donde estuvo rodeado por una comunidad de fieles que, mediante un sorteo, lograron ser parte del evento. El ambiente festivo contrastaba con la solemnidad de sus palabras, en las que destacó la importancia del amor en la construcción de una sociedad.
Antes de regresar a Roma, el papa Francisco visitará un centro para ancianos y sostendrá un encuentro con jóvenes en un colegio católico de Singapur. El pontífice cerrará así una gira en la que ha tocado temas como la justicia social, la dignidad de los trabajadores y la importancia del amor como motor de toda obra humana.
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