Durante la audiencia general de este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco hizo un llamado a llevar “amor, paz y bondad” a la vida cotidiana en un mundo que enfrenta guerras y divisiones. El pontífice subrayó la necesidad urgente de los frutos del Espíritu Santo, comenzando desde nuestras familias y lugares de trabajo, para esparcir estos valores en nuestro entorno.
El papa Francisco reiteró su preocupación por los conflictos actuales, destacando su oración por la paz en Ucrania, Birmania, Sudán del Sur, Kivu del Norte en la República Democrática del Congo, y otros países afectados por la guerra. También extendió su llamado de paz a Palestina e Israel, en medio de la continua violencia en la región.
En su catequesis, Francisco lamentó que, a veces, los cristianos no logran difundir la “fragancia de Cristo” y, en su lugar, propagan el “mal olor del pecado”.
Recordó a los fieles que el pecado nos aleja de Jesús y nos acerca al diablo, quien “suele entrar por el bolsillo”, advirtiendo sobre los peligros del materialismo.
El pontífice explicó que la “fragancia de Cristo” se manifiesta a través de los frutos del Espíritu, como el amor, la alegría, la paz, y la bondad. Instó a los cristianos a esforzarse por cultivar estos frutos, permitiendo que el Espíritu de Cristo sea perceptible en sus vidas y a su alrededor, incluso sin que se den cuenta.
Este mensaje del papa Francisco llega en un momento crítico para muchas regiones del mundo que están inmersas en conflictos y divisiones, recordando la importancia de la paz y la bondad en tiempos difíciles.
IO
