El republicano Mike Johnson fue elegido presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, consolidando su liderazgo con los 218 votos necesarios de sus compañeros de bancada.
La elección, realizada durante la primera sesión de la nueva legislatura, estuvo marcada por tensas negociaciones en el pleno.
Un resultado ajustado
En la votación inicial, Johnson obtuvo 216 votos, quedando a dos del mínimo requerido. Durante una pausa en la sesión, se le vio salir del hemiciclo acompañado de los congresistas republicanos Keith Self y Ralph Norman, quienes habían votado por otro candidato.
Al reanudar la votación, ambos cambiaron su postura y respaldaron a Johnson, asegurando así su victoria.
El candidato demócrata Hakeem Jeffries, quien recibió 215 votos, mantuvo el apoyo unánime de su bancada, pero no fue suficiente para desafiar el dominio republicano en la Cámara.
Apoyo y disidencia dentro del partido
A pesar de su triunfo, Johnson enfrentó disidencia en su propio partido. El congresista Thomas Massie mantuvo su voto disidente, decisión que había anticipado semanas antes en sus redes sociales.
Según testigos, Marjorie Taylor Greene, una aliada clave de Johnson, actuó como intermediaria en las negociaciones para consolidar el apoyo.
Significado de la elección
Con el respaldo del presidente electo Donald Trump, Johnson asume como presidente de la Cámara de Representantes, convirtiéndose en la segunda persona en la línea sucesoria presidencial, después del vicepresidente.
Su elección marca el inicio de una legislatura dominada por los republicanos, con retos significativos en términos de gobernabilidad y unidad interna.
Esta votación subraya las tensiones y negociaciones necesarias para alcanzar consensos en el Congreso, lo que podría anticipar un panorama legislativo complejo en los próximos meses.
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