
Estados Unidos ha tomado medidas más estrictas en el ámbito de migración. Recientemente deportó a 238 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), ubicado en El Salvador. La medida, ha sido criticada, incluso ha sido señalada como un acto de desaparición forzada.
La organización no gubernamental Cristosal, advirtió que la deportación podría ser catalogada de tal acto. Presuntamente, "la detención de estas personas en suelo salvadoreño carece de fundamento jurídico", señaló la ONG.
La organización señaló que las condiciones en las que se encuentran los migrantes no les permitiría contactar con sus familiares. Tampoco no podrían proveer información sobre su situación jurídica o estado de salud.
Cristosal declaró que el Cecot ha sido acusado en múltiples ocasiones de violar los derechos humanos.
En dicho caso, la ONG señaló que Estados Unidos cuenta con el "principio de no devolución", que les prohibe entregar a un individuo cuando se sospeche de una violación a sus derechos humanos.