La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) confirmó su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en 1.2 por ciento para 2025, manteniéndose por debajo del 1.4 por ciento estimado para 2024.
Aunque el organismo prevé una leve recuperación del 1.6 por ciento para 2026, las cifras reflejan un panorama económico marcado por desafíos internos y externos.
Factores que afectan el crecimiento
En su informe, la OCDE señaló que esta moderación en el crecimiento responde a diversos factores:
- Demanda interna debilitada: La desaceleración en el consumo afecta directamente al dinamismo económico.
- Menor creación de empleos formales: Especialmente en el sector industrial.
- Incertidumbre en la inversión privada: Factores políticos y económicos han limitado la confianza empresarial.
- Finalización de proyectos de infraestructura: Grandes obras en el sur del país han concluido, reduciendo la inversión pública.
Sin embargo, el informe destacó que las exportaciones mexicanas han mostrado fortaleza gracias a la demanda de bienes duraderos en Estados Unidos, mitigando parcialmente los efectos de la desaceleración interna.
Inflación y medidas sugeridas
La OCDE también alertó sobre presiones inflacionarias, especialmente en el sector servicios, donde los precios han aumentado un 5 por ciento. Para abordar estos retos, el organismo recomendó una combinación de políticas fiscales y monetarias, incluyendo:
- Consolidación fiscal: Reducir el déficit público del 5 por ciento del PIB en 2024 al 3.2 por ciento en 2025.
- Política monetaria prudente: Continuar con la disminución gradual de las tasas de interés, actualmente en 10.25 por ciento, para fomentar la inversión sin comprometer la meta inflacionaria, proyectada en 7.5 por ciento para finales de 2025.
Oportunidades de crecimiento
A pesar de los desafíos, la OCDE identificó oportunidades para México, como el nearshoring o relocalización de cadenas de suministro, que podría atraer inversión extranjera directa en sectores de manufactura avanzada y tecnología.
No obstante, el organismo subrayó la necesidad de un entorno regulatorio más estable y eficiente para aprovechar este potencial.
Además, la OCDE sugirió mejorar la recaudación fiscal a través de:
- Ampliación de la base impositiva.
- Incremento en la recaudación del impuesto sobre bienes inmuebles.
- Mayor eficiencia en la administración tributaria.
Con estas medidas, México podría financiar sectores clave como la educación y la infraestructura, pilares fundamentales para un desarrollo sostenible.
El informe de la OCDE evidencia un escenario complejo, pero también resalta las oportunidades que podrían detonar el crecimiento si se implementan políticas públicas estratégicas y eficaces.
IO
