El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió este jueves la refinería de Cadereyta, en Nuevo León, frente a las acusaciones de ser la principal fuente de contaminación en la zona metropolitana de Monterrey.
Durante su conferencia matutina, López Obrador argumentó que la polución en Monterrey no es atribuible únicamente a la refinería, sino que existen otras empresas responsables, y sugirió que se señala al Gobierno federal por conveniencia.
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“Próximamente, convocaremos al gerente de la refinería y a los encargados de Pemex para detallar las medidas adoptadas por la refinería para cumplir con las normativas ambientales”, anunció el presidente desde el Salón Tesorería.
El mandatario mexicano reconoció la importancia de abordar las preocupaciones sobre la refinería de Cadereyta pero indicó que el debate debe posponerse para después de la temporada electoral, para evitar que el tema sea manipulado con fines políticos.
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“Dada la coyuntura electoral, cualquier asunto puede ser explotado políticamente. Por ello, es esencial tratar este tema con prudencia y esperar un momento más oportuno”, señaló López Obrador.
Esta declaración surge en respuesta a las protestas del 28 de enero de 2024, cuando habitantes de Monterrey se congregaron cerca de la Macroplaza para demandar el cierre de la instalación de Petróleos Mexicanos en Cadereyta, acusándola de ser el principal contribuyente a la contaminación atmosférica en la región.
Según reportes, la refinería sería responsable del 90 por ciento de las emisiones de dióxido de azufre en Monterrey, un argumento que los manifestantes dirigieron directamente al gobierno de López Obrador.
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