Este jueves, la Asociación de Bancos de México (ABM) expresó su confianza en establecer una relación armoniosa con el próximo presidente electo de México, independientemente del resultado de las elecciones del 2 de junio.
Sin embargo, alertaron sobre la posible turbulencia política debido a la simultaneidad de los comicios en México y Estados Unidos.
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El director general de Mifel, quien también participa activamente en la ABM, señaló que ya se han iniciado diálogos preliminares con las candidatas que lideran las encuestas: Claudia Sheinbaum, del partido gobernante, y Xóchitl Gálvez, de la oposición.
"Ambas candidatas comparten el objetivo de fomentar el crecimiento económico, la dinamización del mercado y una distribución más equitativa del ingreso. Sin duda, tendremos debates constructivos sobre las metodologías para alcanzar estos objetivos", aseguró.
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Desafíos electorales binacionales
Julio Carranza, presidente de la ABM y también líder de Bancoppel, destacó los retos que implica tener elecciones en ambos países en un mismo año.
"Estamos en un año electoral tanto en México como en Estados Unidos, y eso seguramente generará ruido político debido a las declaraciones que surjan de ambos lados", explicó Carranza.
No obstante, subrayó la oportunidad que esto representa para fortalecer las relaciones bilaterales, especialmente bajo el amparo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Estabilidad económica pese a la politización
Por otro lado, Raúl Martínez-Ostos, director general de Barclays en México, comentó que las elecciones no deberían causar volatilidad económica significativa, una percepción que refleja la confianza en la robustez de las instituciones financieras del país.
"En nuestro diálogo con inversores locales e internacionales, el tema electoral no surge como un factor de preocupación que pudiera afectar la estabilidad económica.
Incluso, esto se observa en la fortaleza actual del peso", indicó.
El próximo 2 de junio, México vivirá las elecciones más grandes de su historia, con más de 20 mil 700 cargos públicos en disputa, incluyendo la presidencia, todos los escaños del Congreso federal y nueve gubernaturas estatales.
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