El senador electo Ricardo Anaya declaró que no enfrenta ninguna orden de aprehensión, lo que le permite asumir su cargo en el Senado de la República sin impedimentos legales. "No tengo ninguna persecución", afirmó Anaya, destacando que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha emitido dos sentencias que confirman la inexistencia de dicha orden. Anaya enfatizó que sus derechos políticos están intactos, permitiéndole ingresar al Senado "como cualquier ciudadano común y corriente", sin necesidad de amparos.
Anaya, quien fue candidato presidencial del PAN en 2018, lanzó un llamado a los 43 legisladores de oposición en el Senado para que no cedan ante la presión de Morena, el partido gobernante.
De acuerdo con el panista, la Cámara Alta es el último bastión de contrapesos en el país, y advirtió que si alguno de esos 43 legisladores "se dobla", los contrapesos podrían desaparecer, lo que llevaría a México hacia un régimen autoritario.
En su mensaje, Anaya subrayó que, por parte del PAN, "ninguno de los senadores se va a doblar", instando a la oposición a no oponerse de manera sistemática, sino a votar en contra de aquellas propuestas que realmente dañen al país.
Respecto a la reforma judicial impulsada por el Ejecutivo Federal, Anaya reconoció que existe un problema de justicia en México, donde algunos jueces actúan bajo consigna. Sin embargo, sostuvo que la propuesta actual de reforma al Poder Judicial no resolverá este problema ni mejorará el acceso a la justicia para los mexicanos.
Anaya se autoexilió en Estados Unidos al inicio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, argumentando que temía ser víctima de persecución política. Con su regreso al Senado, el panista reafirma su papel en la oposición y su compromiso de proteger los contrapesos en el país.
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