Varias colonias populares se quedaron sin agua luego que cayera la presión del líquido después de la Navidad debido al consumo generado por el turismo masivo, de hasta 32 mil visitantes diarios.
A pesar de las protestas de los afectados, la empresa responsable, Aguakan, guardó silencio, lo que les parece un mal augurio para este año que inicia, dijeron los vecinos.
Aunque el pasado fin de semana no se replicó la interrupción del abasto registrada después de la Navidad, y algunos usuarios pudieron llenar sus depósitos para enfrentar el mayor consumo que hay en Año Nuevo, “el problema sigue latente y apenas comienza la temporada alta”, dijeron Elvira Tuz y Evelin Pantoja. Ambas temen que se repita el problema de marzo del 2023.
Las cuatro cisternas de Aguakan, con capacidad conjunta de 2 mil 760 metros cúbicos generalmente bajan al mínimo en cada temporada alta, entonces comienza a racionarse el agua a la población, dijeron algunos trabajadores de la concesionaria.
Los consumidores de la parte Sur de la isla enfrentan escasez de manera continua desde el 2018, cuando el turismo comenzó a incrementarse a un ritmo de más del 15 por ciento anual, por lo que insisten en que se construya una cisterna en la zona, por el refugio anticiclónico, con capacidad de al menos mil metros cúbicos, para atender la demanda.
El crecimiento del volumen de visitantes se reanudo en el 2022, luego de una pausa por la pandemia. Aunque en el año pasado sólo habría alcanzado un 5 por ciento en general, con todos los clubes de playa, pues en la terminal de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) se estimaba un aumento del 2 por ciento hasta el 31 de diciembre llegando a 6.2 millones de pasajeros.
La cantidad general del turismo rozaría a los 7 millones, con alrededor de 15 sitios de playa que no registran oficialmente el movimiento, aunque ya el Gobierno municipal procede a su regularización por el cobro del Impuesto Ambiental.
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HS